"Es muy triste ver a Marc en esta situación", asegura Wayne Rainey, tricampeón del mundo de 500cc, amigo de Marc y leyenda de MotoGP, postrado en silla de ruedas desde hace tres décadas.
"Marc se encuentra actualmente en un punto muerto. Tiene que limitar sus errores en la pista, pero para eso necesita una moto que le dé confianza y la que lleva creo que no lo es. En cualquier caso, creo que sabe exactamente lo que necesita para correr arriesgándose menos", afirma.
Presente en Texas en la última cita de Austin de MotoGP el genial piloto estadounidense valora que el español podría empezar a pensar en cambiar de aires "porque ya no tiene nada que demostrar ya", y porque a veces, "el cielo azul de un equipo nuevo" puede ser la solución.
"Creo que esos pensamientos pueden empezar a formarse dentro de su cabeza, y sobre todo viendo lo que está haciendo su hermano Álex con la Ducati, rodando arriba, probablemente va a empezar a pensar en esas ideas", asegura en una charla con MotoGP.
Márquez, de 30 años, debe reaparecer el próximo fin de semana en Jerez tras la doble ausencia de Argentina y Austin por la operación en un pulgar, tiene contrato con Honda hasta final de 2024 tras renovar por cuatro temporadas en 2020. En Austin, Alex Rins logró la primera victoria de una Honda sin Marc a su manillar en cinco temporadas.