- GP Emilia Romagna F1. Alonso le dedica un quinto magistral a Fabri y Sainz saldrá sexto en Ímola
Carlos Sainz está enchufado con el Williams. No deja de mejorar y quemar etapas con su nuevo equipo, y lo hace entrando en la Q3, batiendo a su compañero de equipo Alex Albon y colándose en una parte alta de la tabla que teóricamente no le pertenecía a la fábrica de Grove. En la Emilia Romagna la cosa vuelve a demostrar que es diferente, pues el '55' dejó atrás a los Ferrari en su casa (11º de Leclerc y 12º de Hamilton) o a un Antonelli (13º) que naufragó a menos de media hora de su ciudad natal, Bolonia. Sainz atacará desde el 6º, pegado a Fernando Alonso.
"Quisimos arriesgar. Salimos el último coche para maximizar la evolución de la pista y coger rebufos, pero nos salió, un poco, el tiro por la culata. Tuvimos que hacer una 'out lap' muy rápida y comprometimos los neumáticos al pasar a Gasly casi por la hierba para pasarle. Total que la vuelta de Q3 nos salió algo rana", contó Sainz. Había para algo más. En la Q2 pasó primero y alguna décima podría recortarse (al 15.1, aproximadamente). "Nos crecimos demasiado con la vuelta. Pero estoy muy contento con el coche y con las sensaciones", analizó. "Estar en la Q3 es un mensaje importante y esa vuelta de la Q2 fue mi mejor vuelta con Williams", contó.
Veo el vaso medio lleno. Tener el ritmo para esa vuelta y salir 6º con el potencial de ser 5º, es una gran noticia. Demuestra el progreso como equipo y yo con mi pilotaje y la dirección del set-up que voy dando
El feeling sigue siendo bueno. Es la cuarta cita al hilo en la que bate a Lewis Hamilton, con el Ferrari. También supera a Leclerc, el líder de los de Maranello. "Veo el vaso medio lleno. Tener el ritmo para esa vuelta y salir 6º con el potencial de ser 5º, es una gran noticia. Demuestra el progreso como equipo y yo con mi pilotaje y la dirección del set-up que voy dando", expresó. "Es cuestión de trabajar, tener feeling con el coche y la tendencia del año es pasar de estar de milagro en Q3 a llevar dos clasificaciones en la que batimos a un Ferrari, a un Red Bull o a un Mercedes. El progreso y la responsabilidad que me dio el equipo para ayudar a mejorar, aunque esté solo en mi sexta carrera se nota. Todos los demás equipos me dan igual, solo me importa el mío y el mío es el que va hacia adelante", añadió.
El camino es positivo. "No me esperaba. Tengo fe en el proyecto, pero estar por segunda carrera consecutiva delante de Ferrari, Red Bull o Mercedes, y en cuatro clasificaciones en una posición sólida no me lo hubiese creído tanto. Hay que ponerlo en valor. Tanto el esfuerzo de Williams como el que pongo yo", analizó.
"Hacemos las cosas muy bien y estamos a un nivel muy alto. Aquí necesitas adaptación con el coche y es muy buena señal estar tan al límite del coche ya. Iremos cada vez mejor si seguimos así", añadió. Tiene clara la línea a seguir: su trabajo metódico, perfeccionista y en el que la conexión con el equipo es total. "El trabajo paga. Demuestra que el trabajo duro y saber ir en la dirección correcta es lo que importa. Es un gran paso porque tenía muy buen ritmo en la Q2, y en la Q3 si hubiésemos sacado esa vuelta con el neumático", aseveró.
Hacemos las cosas muy bien y estamos a un nivel muy alto. Aquí necesitas adaptación con el coche y es muy buena señal estar tan al límite del coche ya. Iremos cada vez mejor si seguimos así
Querrá atacar. "Tenemos guardado el medio nuevo para ver si nos puede dar algo más. Otros lo han utilizado y la carrera dirá quién tenía la razón. Yo quería utilizarlo, pero el equipo no me dejó", confesó. Russell o Alonso sí que lo montaron, el Williams lo tendrá preparado para las 63 vueltas en la locura de Ímola. "El podio todavía queda grande. No solo a nivel velocidad, también operacional. Yo voy a soñar si los planetas se alinean, pero jugártela por un pódium es complicado. Los demás están a tres o cuatro décimas, que si me lo dices hace un año firmaría el contrato más rápido todavía", cerró.
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