"Solo le pido a Leon XIV que en el Clásico nada más se hable de fútbol"

Clásico: dicho de un autor, de una obra, de un género que pertenece al periodo clásico, de mayor plenitud de una cultura o de una civilización. Este próximo fin de semana, el domingo a las 16:15 de la tarde, hay un clásico entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona. A la mente se nos vienen muchos recuerdos a todos.

Probablemente una de las mayores exhibiciones vistas en el fútbol con aquel 2-6 en el estadio Santiago Bernabéu por parte del Barça de Guardiola, igual celebrado casi más que algunos de los títulos cosechados por el club Culé en algún momento de su historia. Probablemente también alguna exhibición como, por ejemplo, la del 0-4 del Real Madrid en Copa en el Camp Nou.

Se nos vendrán seguramente también a la cabeza momentos tremendos del FC Barcelona, como, por ejemplo, esta temporada ganando al Real Madrid 0-4 en el estadio Santiago Bernabéu 5-2 en Riad. Se nos vendrán a la cabeza también aquel Real Madrid de Fabio Capello que hizo un 'click'. Empató en el Camp Nou con el primer hat-trick de Messi y terminó por convertirse en un equipo campeón de liga.

Porque los clásicos son así, los clásicos dejan siempre imágenes para el recuerdo: el silencio de Raúl, el señor del bigote aplaudiendo en el estadio Santiago Bernabéu a Ronaldinho Gaucho, la mano de Piqué... en definitiva, todos los clásicos tienen sus imágenes y todos los clásicos tienen su historia. Más si cabe, este clásico mola todavía día más porque puede apretar la liga, no definir, nunca definir, pero sí apretar la liga.

Si gana el Real Madrid, la liga se pone brutal. Si gana el FC Barcelona, habrá que darle prácticamente la enhorabuena a los culés porque todo tendrá prácticamente sentido blaugrana y color culé para colocarse una liga en el bolsillo que le haría hacer pleno en todas las competiciones nacionales: Supercopa de España, Copa del Rey y también la liga. Yo solo pido una cosa. Soy consciente de que puede ganar cualquiera.

Lo normal, a tenor de los precedentes en el en la temporada, es que gane el FC Barcelona, porque el Real Madrid ha hecho dos medios partidos buenos en todo lo que llevamos de curso. Es verdad que uno fue en la final de Copa y que consiguió remontar un un resultado que era adverso contra el cuadro blaugrana, pero la realidad es que hay que si hay que fiarse de un equipo es del de Hans Dieter Flick y no del equipo que todavía dirige Carlo Ancelotti, que entre tanto Xabi Alonso se nos ha olvidado que Ancelotti sigue siendo el entrenador del Real Madrid.

Claro, y entonces ¿Qué le pido yo al partido? Solo le pido una cosa, no me gustaría un post partido como el que estamos viviendo del FC Barcelona contra el Inter o como el que viviríamos del Real Madrid si hubiera estado en la posición del conjunto culé en el Guiseppe Meazza. Me cansa hablar tanto de árbitros, me cansa ver que todo oscila en torno a los árbitros y me cansa ver cómo el partido entre el Barça y el Inter fue el martes y todavía hoy siguen trayendo cola las decisiones, que por cierto casi todas son acertadas de Marciniak. Todavía.

Y se nos está olvidando seguramente que el Barça hizo un gran partido, se nos está olvidando que eso fue un partido de fútbol espectacular que si la prórroga hubiera durado 20 minutos más lo hubiéramos disfrutado todos. En fin, que hablemos de fútbol. Que la resaca sea positiva, que los árbitros den la talla, que es otro elemento importante, que no haya decisiones controvertidas porque la presión que han ejercido el Real Madrid, como siempre con los vídeos de Real Madrid televisión y el FC Barcelona con sus declaraciones incendiarias para con los colegiados, es tremendo.

Y ojalá que el canario sea noticia por no ser noticia, que eso sería lo mejor de todo. Hemos llegado al punto de que buscamos en cada clip y en cada gol algo a lo que aferrarnos para justificar todo desde el punto de vista arbitral. Eludiendo los errores que cometen nuestro equipo en muchos momentos. Lo dicho, ojalá sea un clásico, no sé si icónico, pero sí que no deje polémicas en nuestro marcador.