Carlos Cuadrado es apenas uno de los cuatro tenistas españoles que han inscrito su nombre en el palmarés de la prueba júnior de Roland Garros junto a Roberto Carretero (1993), Jacobo Díaz (1994) y Alberto Martín (1996).
Nacido en Barcelona el 1 de junio de 1983, su carrera apuntaba al estrellato cuando se coronó sobre la arcilla sa en la edición de 2001.
Desde entonces, seis operaciones de cadera, cuatro en el lado derecho y dos en el izquierdo, truncaron su vida tenística. Esta tocó a su fin con 25 años.
"Me di cuenta de que mi cuerpo no podía aguantar la exigencia de la competición ni los entrenamientos. No era el plan y pasé unos 12 años de luto. Fue difícil adaptarse a la vida fuera del tenis porque estaba en una burbuja. Viajaba cada semana a una ciudad, diferentes torneos y todo era muy bonito. Era mi sueño de pequeño y había invertido muchísimo tiempo", explica.
Fue difícil adaptarse a la vida fuera del tenis porque estaba en una burbuja
Su vida cambió completamente cuando decidió emprender rumbo a las antípodas. "Aprendí inglés y surfeé bastante durante un año", cuenta. Tuvo un regreso esporádico al circuito como entrenador de Daniela Hantuchova, Svetlana Kuznetsova y Anastasia Pavlyuchenkova.
Todo el dinero en el barco
Cuadrado encontró en el mar una nueva pasión, sustituta del deporte de la raqueta. En 2017, y ya como trabajador de la Federación Australiana de Tenis, trasladó su residencia a la zona de Docklands (Melbourne) y empezó a dormir en su propio velero en el que invirtió todo el dinero que tenía.
Fue entonces cuando surgió la idea de dar la vuelta al mundo, que sólo ha interrumpido por su trabajo con la federación local como coordinador del Rafa Nadal Tour. "Todas las sensaciones y la excitación que tenía en la pista la reviví todos estos años en el barco y en el mar. Por eso me atrajo tanto seguir explorando países", relata.
La primera parte del largo viaje, al lado de su expareja Linda, terminó en Sudáfrica, después de pasar por Indonesia, Tailandia, Archipiélago de Chagos, Seychelles, Madagascar y Canal de Mozambique. Acabó la aventura en solitario en la Polinesia sa. Se alimentaba de lo que pescaba, mayormente de atún, mero y pez dorado.
Durante la pandemia, Carlos se refugió "en la isla de Santa Elena, Granada (Caribe) y después en la Polinesia sa. Allí nunca hubo restricciones ni mascarillas. La sensación es que no existía el coronavirus".
Agente de jugadores
En la actualidad es agente de jugadores dentro de Tennis Australia. Lleva las riendas de nombres como Thanasi Kokkinaikis, Alexei Popyrin y Olivia Gadecki. "La gran novedad es que también representamos a júniors", indica.
Cuadrado echa de menos España, pero Australia es hoy su casa. Toda su aventura se puede ver en su blog en youtube, bautizado con el nombre 22 South.