Carlos Alcaraz, después del periodo de descanso que se tomó tras su participación en Roland Garros, volvió el pasado miércoles a los entrenamientos en la academia Equelite de Villena.
Aprovechando que dentro de las 20 pistas del centro una de ellas es de césped artificial, el joven murciano se prepara con todas las facilidades para la disputa de Wimbledon, tercer grande del calendario que aparece en el calendario del 27 de junio al 10 de julio.
La cercanía de Queens (13 al 19 de junio) hizo que Alcaraz decidiera borrarse del Open 500. Carlitos viajará a Londres una semana antes para aclimatarse lo mejor posible a las condiciones de juego del All England Club.
El tenista, junto al resto de los de su equipo, ha optado por alquilar una casa cercana a las pistas de juego para facilitar así sus traslados y las largas esperas como consecuencia de la lluvia.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero disputará la exhibición de Hurlingham. El próximo jueves 23 de junio se medirá al noruego Casper Ruud, flamante finalista de Roland Garros. Dos días más tarde volverá a saltar al césped del selecto club británico para cruzar golpes con un rival por confirmar.
Será la tercera experiencia de Alcaraz sobre la moqueta verde de Wimbledon donde jugó el júnior e hizo cuartos y el año pasado se estrenó en el cuadro principal, cediendo en la segunda ronda con Daniil Medvedev.