La razón por la que Vladimir Putin camina con el brazo derecho pegado al cuerpo

Aunque hace tiempo ya que los expertos en neurología llevaban tiempo estudiando la peculiar manera de caminar de Vladimir Putin, ha sido ahora en plena guerra con Ucrania cuando esa marcha firme, con el brazo derecho siempre pegado a su cuerpo y no oscilando como el izquierdo, ha desatado todo tipo de especulaciones. Pese a las voces que apuntaron a una posible enfermedad, como por ejemplo un principio de Parkinson, nada más lejos de la realidad.

Cierto es que la posición del brazo diestro de Putin es totalmente antinatural, pues cualquier humano camina balanceando sus brazos dotando de equilibrio al tronco. De hecho, en la Universidad de Radboud (Países Bajos) llegarían a estudiar su caso dado que esa asimetría en la marcha se asocia a enfermedades del sistema nervioso. Sin embargo, en el caso de Putin la explicación responde al 'andar de pistolero'.

Es una costumbre en Rusia

Nada nuevo en Rusia, pues no se trata, ni mucho menos, del primer dirigente del país que camina con su brazo dominante pegado a su cuerpo. Curiosamente, todos habían recibido una férrea instrucción militar durante su paso por la KGB. Su manual de entrenamiento obligaba a los soldados a marchar siempre con su arma pegada al cuerpo y con el brazo muy próximo tanto para protegerla como para utilizarla rápidamente en caso de necesidad o amenaza.

De ahí que, aunque a día de hoy Vladimir Putin no empuñe ningún arma, su rutina adquirida durante su etapa en los servicios secretos rusos ha acabado derivando en una costumbre que le dota de una forma de moverse tan característica.