El examen de conducir es una de las pruebas que más nervios suele provocar en los ciudadanos. El coche puede llegar a ser fundamental para vivir, pero además hay que sumar el aspecto económico. Cada suspenso puede significar un buen golpe en nuestra cartera, por eso la presión de aprobar a la primera suele jugar una mala pasada al conductor.
Aún así, las autoescuelas hacen todo lo posible para que los conductores noveles estén lo más preparados posibles en esta prueba. Marta Díaz lleva demasiado tiempo coqueteando con sacarse el carnet de conducir, pero ahora ha llegado el momento de la verdad. En sus últimos meses, se le ha podido ver estudiando para la parte teórica de la prueba.
Este martes, compartió con sus seguidores la primera clase al volante con su profesor. “Acompáñame a mi clase de conducir”, decía orgullosa en el título, aunque lo que no sabía es que bien podía acabar en tragedia. “Te pesa un poquito el pie derecho”, bromeaba el profesor durante el vídeo, motivado por la velocidad que estaba alcanzando el vehículo en algunos momentos de la conducción.
La anécdota que pudo convertirse en accidente: Marta Díaz, a punto de atropellar a un peatón
Además, mientras Marta Díaz se enfrentaba al estrés en el volante, también debía contestar a las preguntas que le formulaba el profesor, como por ejemplo, “¿cuál es la velocidad máxima que se puede alcanzar en vía de poblado?”. Tantos estímulos han provocado una distracción que de no ser por el profesor de autoescuela podría haber sido más que una anécdota.
“Peatón, peatón, peatón, peatón, peatón, peatón…”, le repite una y otra vez mientras Marta Díaz seguía pendiente de responder a sus preguntas. “Señor, lo siento muchísimo”, se disculpaba ante la persona que cruzaba la calle en ese momento. “Hay que ceder el paso”, ha sentenciado su profesor para que la próxima vez tenga los cinco sentidos al volante.
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