- Guerra Un helicóptero ruso se parte en dos tras ser alcanzado por un misil de alta tecnología británico
El último ataque del ejército ucraniano a un helicóptero de las tropas rusas ha provocado la ira en Moscú al considerar que “desequilibra” el conflicto y hacerlo “aún más sangriento”, según su embajador ruso en Londres, Andrey Kelin. Pero, ¿cómo es este misil Starstreak?
Este arma aérea que ha destruido el helicóptero ruso Mi-28N se caracteriza por la velocidad que alcanza después de su lanzamiento: hasta unos 3.000 kilómetros por hora. Es decir, tres veces la velocidad del sonido. Esta rapidez la alcanza gracias a su peso de 14 kilos con el que puede llegar hasta los siete kilómetros de distancia.
El misil se puede lanzar desde el hombro o gracias a un vehículo para su mejor manejo y precisión en el disparo. La empresa encargada de su fabricación, Thales Air Defense, asegura que puede servir para brindar defensa ante amenazas aéreas. "Se trata de un arma que ofrece defensa contra los aviones de combate, y los helicópteros de ataque que se desenmascaran tarde".
A diferencia de otros misiles, el Starstreak es guiado por rayos láser en vez de utilizar la localización mediante los infrarrojos. Su complicado uso ha obligado al ejército británico a enseñar a las tropas ucranianas. Aunque, más allá de las dos o tres semanas que esperaban emplear para ello, en apenas una semana los soldados ucranianos ya han controlado su uso.
Otros misiles británicos enviados a Ucrania
Reino Unido es uno de los países que más ha contribuido en la ayuda militar al ejército de Zelenski. Junto a ellos se encuentra Estados Unidos, que envió cerca de 2.000 millones de dólares en armas y drones.
El gobierno británico les ha entrenado otros misiles como los Javelin o NLAW (Próxima Generación de Armas Ligeras Antitanques). Con este armamento, el ejército ucraniano ha conseguido derribar centenares de vehículos militares rusos.
Otra de las armas más potentes que han llegado hasta Ucrania para defenderse es el Switchblade, bombas inteligentes robóticas con cámaras, sistemas de agua y cabeza de misil, tanto el modelo 300 como el 600.
Estos 'drones kamikazes' pueden programarse para atacar automáticamente a objetivos situados a kilómetros de distancia, y realizan también patrones de espera sobre los objetivos hasta que llegue el momento justo de atacar, una misión se puede abortar segundos antes de producirse el impacto.
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