En la mañana de hoy, martes, 7 de enero, ha muerto Jean-Marie Le Pen, el fundador y líder histórico de Frente Nacional, el partido francés de extrema derecha. El padre de Marine Le Pen ha fallecido a los 96 años en compañía de los suyos, como ha dejado claro la familia en un comunicado en redes sociales.
Jean-Marie ha sido uno de los baluartes de la extremaderecha en Francia durante décadas, llegando a combatir en la segunda vuelta de las elecciones nacionales en el año 2002 contra Jacques Chirac. El partido que comandó durante años, el Frente Nacional, cambió de nombre y actualmente se le conoce como el Reagrupamiento nacional y tiene como líder a su hija, Marine Le Pen.
Jean-Marie Le Pen, una vida ligada a la polémica
Al político se le conoce por sus opiniones extremas y muy cuestionadas en varias ocasiones. Son muchas las sentencias del político que pasaron a la historia del país francés por ser extremadamentepolémicas.
Le Pen se ha pronunciado en innumerables ocasiones sobre diversos temas. En cuanto al deporte y a la igualdad, el político comentó tras los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 lo siguiente: “Muestran claras desigualdades entre las razas blanca y negra en cuanto a, por ejemplo, los atletas, y los corredores en particular. Es un hecho. […] Constato lo que veo. El igualitarismo es simplemente absurdo”.
Las personas con sida eran un problema para Le Pen: “Los sidaicos, al respirar el virus por todos los poros, son un peligro para el equilibrio de la nación. El sidaico es contagioso por su transpiración, su saliva y su o. Es una especie de leproso…”, comentó.
Le Pen tenía claro que “la masturbación puede ser el mejor método anticonceptivo”.
Pero sin duda, sus afirmaciones más polémicas son aquellas relacionadas con la política. “Los ses de pura cepa no tienen que soportar el coste de la inmigración”, comentaba respecto a lo que consideraba uno de los problemas de Francia, llegando a ampliarlo en otro momento afirmando que “es normal que cuando hay una explosión, se encuentren fragmentos de proyectiles. Cuando hay una inmigración masiva, es natural que haya problemas”.
Pero sin duda, su afirmación más controvertida llegó tras una comparación sobre lo que supusieron las muertes de los judíos en las cámaras de gas respecto a todas las demás muertes. El político expresó lo siguiente: “Si tomas un libro de mil páginas sobre la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 50 millones de personas, los campos de concentración ocupan dos páginas y las cámaras de gas 10 o 15 líneas, y eso es lo que llamamos un detalle”. Esto último le costó varios procesos judiciales.
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