La cruzada de Donald Trump contra los inmigrantes ilegales no se detiene. Después de las detenciones y las deportaciones masivas, además del control de fronteras negociado con vecinos como México o Canadá, la istración del nuevo presidente de Estados Unidos busca nuevos aliados. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es el último nombre propio en este escenario.
El dirigente del país se ha reunido con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marcos Rubio, durante tres horas. El resultado de las conversaciones ha terminado con el ofrecimiento de Bukele para, según el dirigente norteamericano, "deportar extranjeros ilegales en Estados Unidos que sean criminales de cualquier nacionalidad y alojarlos en sus cárceles". Rubio lo ha definido como una gran "oferta de amistad".
La alianza entre Bukele y Trump
La buena relación entre los gobiernos de Bukele y de Trump no es nueva. "No ocultamos nuestra simpatía por él. Es el socio más importante de El Salvador. Estar en la casilla de aliados de Estados Unidos es mejor", ha declarado Bukele. El presidente salvadoreño se ha mostrado satisfecho por el acuerdo en materia migratoria y lo ha calificado como positivo para su país: "No tiene precedentes, es el más extraordinario".
"A cambio de una pequeña tarifa"
La megaprisión CECOT (Centro de Confinamiento del Terrorismo), con capacidad para 40.0000 detenidos, para albergar a los criminales deportados estará disponible para Estados Unidos a cambio de un precio económico. Las cifras concretas no han trascendido, pero Nayib Bukele ha considerado satisfactoria la entente.
"Estamos dispuestos a itir únicamente a criminales convictos (incluidos ciudadanos estadounidenses convictos) en nuestra mega prisión a cambio de una tarifa. Sería relativamente baja para Estados Unidos, pero significativa para nosotros y haría sostenible todo nuestro sistema penitenciario", ha comentado en su cuenta de X. Tanto Elon Musk como Donald Trump han aplaudido la iniciativa.
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