Nuestro país es un conglomerado de habitantes de diversas procedencias. A lo largo de su historia, se ha visto cómo numerosas culturas diferentes se han acercado hasta la Península Ibérica conformando lo que hoy en día se conoce como España. Dentro de la extensión del territorio nacional, se puede afirmar que en todos los lugares de la península se han librado batallas por la conquista de las tierras.
La comunidad autónoma de Andalucía ha sido víctima de numerosas guerras y ocupaciones, teniendo muy presente el momento de la historia donde la invasión musulmana pobló los miles de kilómetros cuadrados que Al Ándalus acabó teniendo. Una de las provincias de Andalucía que está a caballo entre la comunidad sureña y Castilla-La Mancha es Jaén, donde la historia no se entiende sin el paso de las diferentes culturas.
Carboneros, en Jaén, es una población de la que se tienen referencias desde la conquista romana, y el nombre lo adopta por la gran actividad minera que en sus tierras se ha desarrollado históricamente.
Un experimento para la repoblación de zonas desiertas de Sierra Morena
Este municipio fue objeto, en el año 1767, del programa conocido como “Nuevas Poblaciones”, un diseño hecho para colonizar amplios sitios desiertos de Sierra Morena, poblar una zona franca para el bandolerismo y poner en cultivo puntos potencialmente ricas, pero entonces agrestes.
A partir de ese año, el bávaro Thürrieguel comenzó a traer a diferentes habitantes provenientes de Europa central con el fin de poblar estas zonas. Desde ese año y hasta principios del siglo XIX, la nómina de habitantes de Carboneros ya pasaba el medio millar, especializándose en el aceite, siendo esto un gran atractivo para que gente de alrededores se desplazase hasta la localidad.
Además de estas curiosidades en cuanto a la formación de la urbe, cabe destacar la forma en la que está construido Carboneros, con el clásico trazado ortogonal, compuesto por una calle principal longitudinal, formándose una plaza elíptica en la incurvación de la misma. En este espacio destaca la iglesia de la Inmaculada Concepción, a los lados hay dos casas destinadas a los poderes civil y religioso, y enfrente de la iglesia se sitúa el pósito, que con una sencilla portada cierra el otro lateral de la plaza.
Según el censo de 2016, Carboneros cuenta con 630 habitantes, lo que supone una reducción desde principios del siglo XX, donde se llegó hasta los 1.000 habitantes.
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