A lo largo de los últimos años, el término okupación ha ido cogiendo fuerza en la sociedad española debido a los reiterados casos de los que suelen hacerse eco los medios de comunicación. Sin embargo, esta no es la única palabra que hace referencia a este tipo de situaciones, ya que hay otra que también es muy escuchada en España.
Esta no es otra que la inquiokupación y, al contrario que la ya conocida okupación, se diferencia de esta en que estas personas que cometen esta acción sí entran en las viviendas de manera legal con un contrato de alquiler. Sin embargo, más adelante dejan de pagar al propietario de la vivienda y pasan a convertirse en inquiokupas.
Este es un problema que genera una gran preocupación a todas las personas o empresas que quieren alquilar una vivienda, ya que esta situación es capaz de generar unas graves consecuencias económicas e incluso problemas legales.
Si tienes pensado alquilar una vivienda, debes tener en cuenta estos tres puntos para evitar llegar a esta grave situación que afecta hoy en día a muchísimas personas en España.
Estas son las tres claves para evitar la inquiokupación
El primer paso puede parecer obvio, pero nada más lejos de la realidad, deberás realizar una detallada selección de los inquilinos que van a vivir en tu propiedad. Si existiera la posibilidad, lo más recomendable sería pedir documentos que acrediten la solvencia económica de estos, como las referencias laborales, el historial de arrendamientos o sus posibles avales.
El segundo punto a tener en cuenta por parte de los propietarios, sería el de redactar un contrato lo más claro y completo posible, en el cual se especifiquen las correspondientes cláusulas por impago y sus consecuencias, para estar de esta manera más protegidos.
Y por último, una práctica que cada vez se ve más entre los dueños de una vivienda, esta no es otra que la de contratar un seguro de impago de alquiler, el cual podría cubrir el pago de la renta si el inquilino se convierte en un inquiokupa.
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