La actriz Brooke Shields cuenta su drama tras una operación estética vaginal sin su consentimiento

La actriz Brooke Shields fue todo un fenómeno de masas en la década de los años 80. La estadounidense ha sido muy polifacética a lo largo de su vida, mostrando sus dotes como actriz, pero también como modelo y últimamente como escritora.

Shields ha anunciado recientemente la salida de las memorias de su vida. Un libro en el que repasa su carrera y que tiene de título 'Brooke Shields no tiene permitido envejecer: reflexiones sobre el envejecimiento como mujer'.

En estas memorias habla años después de lo que considera como una de las peores experiencias de su vida en la que dice haberse quedado “estupefacta”.

Su ginecólogo le practicó un rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento

En uno de los pasajes de su última obra, la actriz cuenta uno de los episodios de su vida. Ocurrió cuando tenía 40 años y acudió al ginecólogo. La actriz comentó que en su juventud sufrió algunas molestias en su zona íntima, a causa de la longitud de sus labios vaginales, lo cual le había provocado problemas de molestias, sangradoyrozaduras desde que estudiaba en la secundaria.

La solución del ginecólogo fue llevar a cabo una labioplastia, que consiste en una operación estética donde se produce la reducción de los labios vaginales donde, además, se le acometió un rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento, que consta en un tipo de cirugía que permite recuperar la tonicidad de los músculos de la vagina, reduciendo notablemente el diámetro, que ha sido agrandado por los partos llevados a cabo, el peso adquirido durante los años o simplemente el paso del tiempo.

En una entrevista con la revista US Weekly, ha precisado su sentir acerca de haber sido víctima de una operación estética no deseada. “Me sentí como si hubiera sido una invasión, algo extraño, como si fuera una violación de algún tipo”, ha señalado Shields cuando se enteró que el médico le había practicado un “pequeño extra”.

La actriz ha comentado que se siente avergonzada de compartir esta información tan íntima, pero lo hace para cambiar la forma en la que se habla de la salud de las mujeres. Afirmó rotundamente que “nada indicaba que tuviera que ser más estrecha, más firme o más joven” respecto a sus partes íntimas e incluso reconoció que estuvo años sin comentárselo a su marido, Chris Henchy.