'First Dates' comenzó la semana con nuevas citas, exactamente con cinco, en las que todos los solteros fueron en busca del amor. Fueron recibidos uno por uno por Carlos Sobera, que se interesó por su lugar de procedencia, por su ocupación y por su vida amorosa.
Una de las solteras fue Lucía, una chica de padres chinos pero que se ha criado en España. Le explicó al presentador vasco que llevaba poco tiempo desde que terminó su última relación pero que tenía ganas de volver a enamorarse.
Su cita fue Gonzalo que venía de Barcelona. Era un chico musculado y tatuado y sabía que era un claro estereotipo de persona que podría no tener cultura y que no le gustase leer, solo enfocado en el gimnasio pero él explicó que no era su caso. Para sorprender a su cita, entró haciendo el pino, para demostrar su equilibrio. Su intención era impresionar a su cita. “Normalmente nunca ando en cita andando con las manos, pero quería destacar una de las pocas cualidades que tengo, que es el equilibrio”, comentó.
La propuesta indecente de Gonzalo: “Podríamos tener una o dos noches locas”
Algo que consiguió en cierto modo: “Me ha extrañado un poco, pero no me ha dado vergüenza ajena… que eso ya es mucho”, dijo ella.
La primera impresión ha sido buena. El catalán se impresionó por los rasgos asiáticos de su cita. “No me esperaba algo así pero me ha gustado”. No me venía con un prototipo y reconoce que le ha parecido “exuberante” y “atractiva”. Mientras que ella ha comentado que él “estaba bueno”.
La cita la marcó un tema de conversación: el tener hijos. Gonzalo no quería ser padre, por lo menos aún. “Me echa para atrás como relación, para el día de mañana. Pero como rollo, podría ser”, comentó ella que además le reveló a su cita que dejó a su antigua pareja por este tema.
En la decisión final ha pesado mucho el tema de formar una familia. Los dos han coincidido que era un motivo muy importante el tema de la paternidad. Pero Gonzalo le dejó caer que podrían tener “una o dos noches locas”, algo que Lucía no ha descartado.
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