El pasado 20 de enero no sólo se recuerda porque Donald Trump volvió a ser investido presidente de Estados Unidos. Elon Musk también fue protagonista de la ocasión, ya que decidió que era un momento oportuno para realizar una especie de saludo nazi. A pesar de que algunos seguidores intentaron maquillarlo hablando de saludo efusivo, pocas dudas quedan de las intenciones reales del dueño de X.
Iker Jiménez siempre ha sido un gran defensor de las prácticas de Elon Musk. Esta, lejos de achacársela, ha sido replicado en uno de sus momentos de YouTube. Para despedirse de un directo con Frank Cuesta y Javi Oliveira, el presentador de 'Horizonte' emuló al exfundador de Tesla para luego quitarle hierro al asunto.
“Decir que Elon Musk hace el saludo nazi y demás es un cachondeo. Y entender muy poco del personaje”, se justificaba Iker Jiménez sobre ese gesto. En su opinión, el dueño de X es “un tipo superior a todos estos que dicen que es un tonto”. Al terminar de hacer el saludo nazi entre risas, Jiménez se ha pronunciado: “Oye, como diría Elon Musk, os doy mi corazón eh, os doy mi corazón”.
¿Cómo surgió el saludo nazi y cómo se realiza?
El saludo nazi tuvo su origen en Alemania como una muestra de lealtad y devoción a Adolf Hitler y al régimen del Tercer Reich. Consistía en extender el brazo derecho hacia adelante con la palma hacia abajo, la mayoría de veces acompañado de la frase Heil Hitler.
Actualmente, hacer el saludo nazi en estos países es un delito que puede llevar a multas o penas de cárcel, ya que está asociado con la propaganda neonazi. Está prohibido en Alemania y Austria, por ejemplo. Por supuesto, hoy en día sigue siendo considerado como una muestra y símbolo de oído, a pesar de que algunos grupos extremistas lo siguen utilizando.
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