Erradicar el odio en el fútbol, y en la sociedad en general, es uno de los grandes objetivos que se ha marcado LALIGA. No hay más que ver las denuncias que desde años remite al Comité de Competición de la RFEF y a la Comisión Antiviolencia, los acuerdos a los que está llegando con otras entidades como el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones o LALIGA VS, un proyecto de LALIGA y los clubes que tiene el objetivo de erradicar el odio dentro y fuera del fútbol, promoviendo una sociedad respetuosa e inclusiva en todos sus ámbitos, haciendo partícipe a los aficionados y empoderándolos para que sean parte de la solución para acabar con el odio.
La violencia en el fútbol no se debe normalizar ni tomar como un fenómeno cultural. Que la gran mayoría quiera un fútbol libre de odio debe ser una de las principales motivaciones para esta lucha, acabando con todo tipo de odio dentro y fuera de los terrenos de juego, inspirando y sensibilizando a los aficionados a través de los valores del fútbol.
Gracias a la involucración de todos (clubes, jugadores y aficionados) se ha conseguido multiplicar el efecto de los mensajes lanzados por LALIGA y llegar a todas las capas de la sociedad. De esta forma la organización deportiva es un actor relevante en la lucha social y después de varios meses de trabajo se arrojan resultados muy positivos y grandes avances en términos generales siendo cada vez menos los que se comportan de manera irresponsable en un estadio.
La fuerza de nuestro fútbol radica en la unión de todos. El objetivo principal de LALIGA es empoderar a los aficionados y trascender a toda la sociedad para convertirlos en agentes clave en la lucha contra el odio dentro y fuera de los estadios. Porque solo juntos podemos vencer y hacer del fútbol un lugar mejor.
Además de los aficionados, hay otros actores implicados en esta lucha. Las figuras del director de partido y del director de seguridad de los clubes son claves y sin ellas no se entenderían los avances realizados. Gracias en buena parte a ellos, y al trabajo de los clubes, LALIGA es una de las competiciones del mundo que más esfuerzos pone en la erradicación de los delitos de odio en los estadios. Los cánticos racistas corales ya han desaparecido, y eso ya es un paso importante, pero todavía queda acabar con los pequeños grupos o las acciones individuales. Aunque suene casi a utopía, LALIGA quiere llegar a que desaparezcan por completo los delitos de odio. Que haya cero. Sólo pensando así se puede seguir avanzando y sancionando al infractor.
Otro actor importante en la lucha contra la violencia y los discursos de odio es Aficiones Unidas, una asociación que sirve de punto de encuentro entre las Federaciones de Peñas del fútbol español. Aficiones Unidas promueve un ambiente seguro y respetuoso entre los aficionados y organiza iniciativas para crear lazos y fortalecer la comunidad futbolística. Tiene el afán "de fomentar las relaciones cordiales y deportivas entre las distintas aficiones, tanto a nivel nacional como internacional", según apuntan ellos mismos. Presidida por Jorge Guerrero, Aficiones Unidas apoya y colabora con iniciativas benéficas y su misión es promover un fútbol seguro y respetuoso, defendiendo los derechos de los aficionados.
La afición, clave en la batalla por un fútbol sin insultos
Los aficionados son los actores a los que LALIGA quiere dar más poder en su nueva iniciativa. De la mano de los clubes, LALIGA pone a disposición de los aficionados un QR en los estadios, mediante pegatinas, cartelería o soportes audiovisuales para que los fans puedan entrar a la página de LALIGA VS reportar cualquier conducta de odio. Allí podrán acceder a un formulario para informar cualquier incidente.
Esta nueva campaña de LALIGA busca empoderar a los aficionados y que sean parte activa en la lucha contra el odio. Que actúen y no sólo observen. Además del QR que podrán encontrar en distintas partes de los estadios con la colaboración de los clubes de LALIGA EA SPORTS y LALIGA HYPERMOTION, hay discursos transmitiendo mensajes de respeto por parte de canteranos y futbolistas del primer equipo y un nuevo spot bajo el lema 'El fútbol que queremos, luchémoslo hoy', desde la mirada de un niño hace un llamamiento colectivo para pelear contra el odio. La campaña cuenta con un gran despliegue en televisión, plataformas digitales y redes sociales.
"Con esta campaña queremos apelar a los aficionados, que son la inmensa mayoría, que quieren ir al fútbol a disfrutar del deporte. Queremos que esta inmensa mayoría prevalezca dentro y fuera del campo. Queremos que esta inmensa mayoría se sienta empoderada para decirle a la minoría violenta que no tienen sitio en nuestros estadios ni en nuestro fútbol", apunta Ángel Fernández, director de Marca y Estrategia Global de LALIGA.
Pero, ¿cómo ven los aficionados la posibilidad de que ellos puedan reportar cualquier tipo de incidente de odio? "Yo lo veo bastante bien porque por lo menos hay un control de cámaras, la gente si ve algo grave denuncia. Yo soy partidario por delitos de xenofobia, de racismo, de cualquier tipo de odio, eso hay que erradicarlo pero ya. Si no colaboramos nosotros, que somos los que venimos a los campos, seguirá siendo lento. En el momento en el que todos metamos el hombro en la misma dirección, se erradica rápido", explica Arturo, seguidor del Málaga CF. Le apoya Juan Miguel, también malaguista: "Siempre hay alguien que saca el pie del tiesto, pero empezando por esta herramienta, poquito a poco que ellos vayan viendo que insultar, agredir, cualquier cosa de esas no trae nada bueno en el fútbol, ni a los futbolistas ni a los aficionados", añade.
Los ojos de LALIGA que cuidan los detalles en cada partido
El Director de Partido es la figura que LALIGA creó en la temporada 2014-15 y que lleva a cabo numerosas acciones relativas al devenir de un partido, entre ella algunas relacionadas con la seguridad y la prevención de la violencia. En este sentido, una de sus labores consiste en poder detectar en el estadio cualquier tipo de comportamiento o cántico que incite al odio o la violencia para posteriormente crear un informe de seguridad.
Juan Carrillo, Director de Partido de LALIGA, explica la forma de trabajar. "Tenemos dos tipos de medidas. Las medidas preventivas, con toda la cartelería, con toda la campaña de comunicación que se realiza en redes sociales, con los propios clubes que son el aliado fundamental que tenemos en la lucha contra la violencia. Y luego las medidas reactivas, tanto por parte del club, que pueda avisar a los aficionados que eso que ha sucedido no está permitido, como por parte de LALIGA, que una vez que suceden esos comportamientos redacta un informe, prepara una denuncia y la presenta en el organismo que corresponda", explica.
El protocolo de denuncias es claro. Hay que diferenciar si se trata de un incidente racista o de un cántico que incita a la violencia. En el primer caso, una vez conocido el incidente por las distintas fuentes disponibles (canal de comunicación, director de partido, redes sociales o prensa digital) el Área de Seguridad elabora un informe donde tras verificar el hecho, recopila toda la información disponible (vídeos, imágenes, declaraciones...). En ocasiones a este informe se adjunta un peritaje labial realizado por un experto que valida el hecho reflejado en el informe. Una vez elaborado el informe, se remite a la Dirección de Legal que denuncia los hechos ante el organismo oportuno (Comisaría de Policía, Juzgado de Instrucción o Fiscalía de Odio).
En el caso de los cánticos que inciten a la violencia, el director de partido lo refleja en su informe que envía al Área de Seguridad para que analice y verifique los hechos con herramientas como Mediacoach u otras evidencias disponibles. Tras esto, Seguridad informa de los cánticos que van a ser denunciados. En base a esto, las Direcciones de Competiciones y Legal realizan los informes: uno individual sobre cada partido que hace Competiciones, y otro genérico con todos los cánticos en un resumen de hechos que hace Legal (estos dos informes son remitidos al Comité de Competición). A la vez, los informes individuales que hace Competiciones son enviados a Seguridad que es quién los presenta en la Comisión Antiviolencia como representantes de LALIGA en esta Comisión.
En todos estos casos, LALIGA tiene que presentar evidencias de que se ha producido un cántico, un insulto o cualquier delito de odio, porque no tiene presunción de veracidad.
El mensaje es claro: en el fútbol, no hay sitio para el odio
La coordinación y el trabajo en equipo es uno de los elementos clave para acabar con el odio en el fútbol. El Director de Seguridad de cada club trabaja de forma conjunta con el Director de Partido y con la Policía, otro actor sin cuya implicación no se entendería los avances en este tema. El trabajo de los directores de seguridad habla también del compromiso de los clubes para acabar con la lacra del racismo, la homofobia o el acoso.
En el caso de que haya que comprobar alguna comunicación del canal VS la vía de o es el área de seguridad con el director de seguridad. Todos los temas de violencia, xenofobia, racismo e intolerancia, previos, durante y posterior, los gestiona el área de seguridad con el director de seguridad.
El Director de Seguridad es el responsable de la seguridad en el interior del estadio, aunque no está solo, tal y como cuenta Jose Cruz, director de seguridad del Málaga CF. "Antes de nada tenemos una reunión previa en la que está el coordinador de seguridad, que pertenece a la Policía Nacional, y hay varios actores más como son Cruz Roja, Protección Civil, Policía Local y otros componentes o más personal como por ejemplo el responsable de infraestructuras del club".
Y explica cómo calculan los efectivos que necesitan: "A raíz de las necesidades que tenemos en el partido, la afluencia que tenemos, la afición visitante que venga, la histórica que hay de relación entre los dos equipos, se monta el dispositivo con un número determinado de vigilantes y auxiliares de control para que todo esté controlado".
Jose Cruz, que considera que LALIGA hace un trabajo importante en la lucha contra la violencia, da la clave para que todo funcione a la perfección: "Lo importante es que todos vayamos a una, que todos sepamos que lo importante es asegurar al aficionado. Y para eso la conexión público-privada tiene que ser primordial". Es decir, lo que ya apuntábamos: el trabajo en equipo. Un trabajo en equipo en el que la sala que tiene la UCO, con cámaras para vigilar todo el estadio, resulta vital. Unas cámaras a las que no se les escapa casi nada y que son vitales para realizar un peritaje de labios, en el caso de que sea necesario. Dichas imágenes son archivos policiales y no están a disposición de LALIGA.
En definitiva, el fútbol debe ser un espacio de pasión y respeto, no de odio. Con iniciativas como LALIGA VS, el compromiso de los clubes y la implicación de los aficionados, el camino hacia estadios libres de violencia es cada vez más real. Una de las líneas de actuación de LALIGA VS es LALIGA VS ODIO, que abarca todas las muestras de odio alrededor del fútbol. Su objetivo es, por un lado, acabar con el odio dentro y fuera de los estadios. Y por otro, empoderar a los aficionados para que den un paso al frente.
La pelea no ha terminado, pero con trabajo en equipo y tolerancia cero a esas conductas, el fútbol puede ganar su partido más importante: el de la convivencia. Samuel Romero, aficionado del Málaga CF de 9 años, lo tiene claro: "Me encantaría venir al fútbol y que la gente no diga palabrotas. A la gente que insulta le diría que no lo diga más". Está en juego el fútbol del futuro, el fútbol de Samuel y de otros niños como él. Ese fútbol hay que lucharlo hoy.