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El viento es la energía que mueve su vida. Lo lleva haciendo desde que con 8 años probó por primera vez el kitesurf. Desde los 6 llevaba volando en la arena las cometas que ella misma se fabricabacon bolsas, dos cabos y el destornillador de su padre. Pese a lo joven que era ya tenía claro que volar sobre el mar era lo suyo y a lo que quería dedicarse.
Gisela Pulido, diez veces campeona del mundo de kitesurf en la modalidad de freestyle, la primera con tan sólo 10 años, tiene ahora 31 pero mantiene la misma pasión que cuando era niña. Esta semana iba a regresar a la competición en el 54 Trofeo Princesa Sofía Mallorca by FERGUS Hotels, que reúne hasta el sábado a las 10 clases olímpicas por primera vez en el ciclo hacia Los Ángeles 2028, pero el último día de entrenamiento en la bahía de Palma se produjo una rotura parcial en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha que la ha obligado a quedarse en tierra. “No es tan grave dentro de lo que podría haber sido. Competir en el Sofía para mí era importante para ver cómo afectaban los cambios de reglas al peso, pero soy positiva y espero poder llegar a la Semana Olímpica de Hyères (19-26 de abril)”, dice.
La lesión no es tan grave dentro de lo que podría haber sido, espero poder llegar a Hyères
No compite en Formula Kite desde los Juegos Olímpicos de París del pasado verano. “Lo estoy deseando. Hago deporte todos los días porque me encanta. Estoy activa incluso en periodos de descanso, pero lo que me gusta es la competición. Entrenar está muy bien, pero sin competir me falta algo”, reconoce la ‘rider’ catalana afincada en Tarifa desde que estaba en quinto de primaria.
Desde que acabaron los Juegos, celebrados en la bahía de Marsella, Pulido ha pasado por varias etapas. La falta de viento hizo que sólo pudiesen disputarse seis de las 16 regatas previstas antes de la Medal Race y la española, una de las ‘riders’ con menos peso de la flota, no entró en la lucha por las medallas.
Una alarma con mensaje
“No pude demostrar mi potencial pero no quiero poner excusas porque fue igual para todas. Aprendí mucho y cumplí mi sueño de ir a los Juegos. Es verdad que el día que acabé mi participación en ellos sentí una decepción muy grande. No pudimos competir todo lo que nos hubiese gustado. No quería saber nada más del mundo olímpico ni de la Fórmula Kite. Pero al día siguiente pensé todo lo contrario: voy a continuar una campaña a full. Y al otro pensé que ni una cosa ni la otra, que lo mejor era tomarme un tiempo para analizar la campaña olímpica y ver qué había hecho bien o mal. Necesitaba desconectar para volver con más energía”, reconoce la catalana.
Tenía una lista de cosas que quería hacer tras los Juegos y empezó a llevarla a cabo, a marcar el check. “Aunque aún me quedan bastantes”, aclara riendo. Se sacó el título para volar en parapente, el teórico de moto y retomó saltar en paracaídas, hizo viajes de surf, entrenó surf con cometa… Se dedicó a disfrutar. Llevaba cuatro años en los que sus únicas vacaciones de desconexión total habían sido apenas 10 días.
“La campaña olímpica exige una dedicación mil por cien. Este año es para ver cómo estoy y cómo me siento. Me voy a dedicar más tiempo a mí porque han sido cuatro años muy intensos en los que puse en pausa mi vida por el sueño de ir a los Juegos”, reconoce.
Puse en pausa mi vida por el sueño de ir a los Juegos
Pulido venía del freestyle, no de la vela olímpica, y tenía otra filosofía a la hora de entrenar. Trabajó mucho con Marta, su psicóloga, para aprender a compaginar la campaña con su vida. “Es una de las cosas que más me costó a nivel mental”, confiesa. Por eso aún, a día de hoy, mantiene una alarma diaria que suena a las 19:50. Durante la campaña olímpica tenía sesión con la psicóloga a las 20:00. Ahora la ha dejado con otro objetivo.
“Esa alarma me recuerda que me pregunte cómo estoy porque muchas veces vamos con el piloto automático puesto. Si no te dedicas un poquito de tiempo a ti misma es insostenible. Quería llegar lo mejor posible a los Juegos pero me olvidaba de mí”, reconoce.
A la semana siguiente de la cita olímpica, ya estaba de nuevo en el gimnasio pero no pensando en la competición sino porque concibe el deporte como salud. Siempre ha sido parte de su vida. El mar, el yoga o la bici, parte de su rutina diaria en la campaña olímpica, lo son también de su día a día.
Ha pasado dos meses en Fuerteventura –del 8 de enero al 8 de marzo- retomando el o con la Formula Kite, metiendo volumen de horas en el agua como rodaje, probando mucho material y el último bloque lo ha enfocado a la competición.
Voy a dar todo este año y seré realista para ver hasta dónde puedo llegar
“Este año me lo tomo para ver cómo estoy respecto a la flota. Ha habido muchos cambios: el foil es nuevo, el material también, mis rivales han perdido mucho peso respecto al año pasado... Quiero ver el nivel. El Trofeo Princesa Sofía me iba a servir para coger ritmo de competición, me lo había planteado como una toma de o para ver cómo me adapto al material nuevo y al cambio de las reglas. Voy a dar todo este año y seré realista para ver hasta dónde puedo llegar”, explica.
Cambios en Formula Kite de cara a Los Ángeles 2028
Los cambios de los que habla Pulido, que se estrenan en el 54 Trofeo Princesa Sofía Mallorca by FERGUS Hotels, han sido determinantes para que ella haya decidido comenzar una nueva campaña olímpica. La cometa mayor ya no es de 21 metros, sino que se ha limitado a 15, lo que aligera la flota. El material también ha cambiado, ahora es más fácil coger velocidad y el peso influye menos. Y los cambios en el foil permiten también ir más veloz y un ángulo de ceñida con menos peso. “Los cambios van a igualar la flota”, analiza Pulido.
Los cambios van a igualar la flota
Por ejemplo, cuando haya sólo 5-6 nudos de viento, que es el mínimo para que se celebre una regata, estos cambios obligan a que haya que ser más técnico y tener un mayor control del kite. Y ahí la española tiene un plus. “Yo llevo volando cometas toda mi vida”, recuerda.
Después de la Semana Olímpica de Hyères (Francia), que reunirá de nuevo a las diez clases olímpicas, en el calendario de Formula Kite están marcados el Europeo de Formula Kite en Urla (Smirna, Turquía) del 11 al 19 de mayo y el Mundial en Cerdeña del 27 de septiembre al 5 de octubre.
Me encantaría ir a Los Ángeles, pero si no soy competitiva por el peso no continuaré, estar sufriendo cuatro años no es muy agradable
“Me encantaría ir a los Juegos de Los Ángeles, pero si no tengo opciones por el peso no continuaré porque no me va a hacer feliz. Necesito sentirme competitiva. Yo compito porque quiero ganar y estar sufriendo cuatro años no es muy agradable. Por eso no tengo cien por cien claro que vaya a continuar cuatro años. Necesito tener resultados y tener que pesar más es un condicionante. Si con las nuevas reglas y cambio de material, mi peso me permite ser competitiva seguiré. Si no, no es saludable para mi cabeza”, reconoce.
La lucha mental por subir de peso pero no querer
Uno de los principales hándicaps de Gisela Pulido para poder rendir en Formula Kite es su peso. La española siempre ha sido de las más ligeras de la flota y una máxima de esta disciplina olímpica es que cuanto más pesas, más rápido vas en el agua sobre el foil. Al menos hasta ahora, que se van a estrenar los cambios para el nuevo ciclo. La ‘rider’ catalana mide 1,65 y en el anterior tuvo que ganar 10 kilos -llegó a pesar 65-, teniendo incluso que renunciar a ser cien por cien vegana. Incluyó el pescado en su dieta.
No fue una excepción. La británica Ellie Aldridge, que se proclamó campeona olímpica, aumentó su peso corporal un 17% para ser competitiva. Y la subcampeona, la sa Lauriane Nolot, que además es bicampeona mundial y europea, pesaba 20 kilos más que la española.
Se propuso poner un límite de 75 kilos para el ciclo hacia Los Ángeles 2028 con el objetivo de que la flota fuese más saludable
“Se propuso poner un límite de 75 kilos para el ciclo hacia Los Ángeles 2028 con el objetivo de que la flota fuese más saludable, pero creo que no va a ser aprobado por World Sailing (la Federación Mundial de Vela). Se ha visto sobrepeso tanto en chicas como en chicos (en torno a 100 kilos). Ahora mismo no hay cantera porque una chica de 50 kilos no se pasa a la Fórmula Kite porque tiene que aumentar 25”, explica Gisela.
Precisamente gestionar mentalmente el aumento de peso fue uno de los aspectos más complicados para ella. “No me veía bien. Pasé de mirarme al espejo y gustarme a no querer ni mirarme. Me tenía que pesar todos los días y tenía que comer todo el rato sin tener hambre. No podía más. Era una obsesión y llega un momento en el que no quería mirarme porque me veía hinchada. La base de mi dieta era mucha grasa porque el objetivo era pesar más. Es curioso porque si lo lograba, en el fondo estaba enfadada. Creo que todas las mujeres hemos tenido en algún momento un conflicto interno con el peso. Es duro mentalmente. Llegué a los 65 kilos y no obtuve resultados. Fue duro no sólo para mí, sino para la flota en general”, confiesa.
Estilo de vida hipercalórico
“Ahora me veo fuerte pero sin grasa”, dice Pulido, que pesa 59 kilos. “Casi todos los de la flota no estarían así si pudieran elegir. Tuve que cambiar a un estilo de vida hipercalórico que a veces me hacía sentir miserable”, reconoció también Aldridge a The Telegraph tras los Juegos.
Tuve que cambiar a un estilo de vida hipercalórico que a veces me hacía sentir miserable
Pulido también tuvo que cambiar su estilo de vida a uno más sedentario cuando no estaba entrenando. Fue entonces cuando empezó a dar clases de guitarra en Fuerteventura. Ahora tiene tres, una española en su furgoneta y otra en casa, donde también tiene la eléctrica. Todos los días toca 15-20 minutos, le ayuda a desconectar y a relajarse. “Me fliparía tocar la guitarra o la batería en una banda, aunque me da vergüenza en público”, confiesa sonriendo esta artista del viento.
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