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Hubo un tiempo en el que el Calcio fue el ejemplo del ftbol total. Un da no muy lejano en el que cualquier atisbo del 'catenaccio' se alejaba radicalmente de la liga italiana. Un equipo al norte de Italia combata la poca de decadencia con un juego alegre y atrevido. Pero esa batalla llena de entusiasmo y felicidad se convirti en un derrota desdichada y trgica.

As quedo el Fiat N.212 tras estrellarse contra la Baslica de Superga

Il Grande Toro perdi un partido que nunca quiso jugar aquel 4 de mayo de 1949. Pasadas las 5 de la tarde son el pitido final sin que ese equipo de leyenda pudiera tener la ms mnima opcin de ganar. Sus ilusiones, esperanzas o ambiciones murieron cuando aquel avin trimotor Fiat N.212 se estrell contra la cpula de la Baslica de Superga, a 20 kilmetros de Turn.

En el desastre fallecieron todos los pasajeros. 33 personas entre las que se encontraban los dieciocho futbolistas de aqul mgico Torino. El equipo que presida Ferruccio Novo volva de jugar un partido homenaje a Jos Ferreira, capitn del Benfica, en Lisboa. Un fuerte temporal y una espesa niebla les tena guardado un inesperado aterrizaje a su regreso.

Nadie sobrevivi al impacto. Nadie salvo dos futbolistas que, por distintas razones, no subieron a ese maldito avin. El mtico Ladislao Kubala fue uno de ellos. El futbolista hngaro que ms tarde se convertira en una estrella mundial tuvo que permanecer en Lisboa porque su hijo haba enfermado.

El otro superviviente de aquella plantilla fue Sauro Tom, un lateral izquierdo procedente del modesto La Spezia que acababa de fichar por el Torino con 23 aos. "El mster, Leslie Lievesley nos haba dicho a Valentino Mazzola y a m que nos cuidramos de las lesiones antes de viajar. Mazzola no estaba bien del todo, pero poda jugar y viaj. Yo tena problemas en la rodilla y el entrenador me aconsej que me quedara en casa. Me sent el hombre ms desdichado de Turn. Todo el Torino viaj a Lisboa, y yo me qued en casa, lesionado". Son palabras de aquel joven futbolista que sera ya recordado como el defensa ms afortunado del mundo.

Se qued con las ganas de jugar en un equipo legendario, nico e irrepetible. Son muchos los que apuntan que si la historia de aquel equipo no hubiera terminado de manera repentina hoy quiz no existiera el 'catenaccio'. Puede que tampoco la Juve fuera el peso pesado que es actualmente en el Calcio. Y seguramente el 'Maracanazo' no hubiera tenido lugar. Suposiciones que son eso, meras hiptesis.

Un acto de justicia
Pero el Torino s fue real. Un equipo que jugaba con tres defensas y que practicaba un ftbol eminentemente ofensivo y arriesgado en el que sobresala su capitn, Valentino Mazzola, por encima de todos. Se mantuvo invicto en su estadio, Filadelfia, durante 93 partidos y conquist cinco 'Scudettos' de manera consecutiva. Lleg a golear al Milan (10-0) en una temporada, la 48-49, en la que las cifras muestran con nitidez el dominio que el Toro ejerca por aquel entonces: 125 goles a favor y 33 en contra con 16 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.

Una hegemona que lleg hasta ese 4 de mayo de 1949. En aquella campaa, el Torino comandaba la clasificacin a falta de cuatro jornadas hasta que sucedi la tragedia. En un acto de justicia, el Calcio le otorg aquel campeonato en el que jug el resto de partidos con el equipo juvenil frente a unos rivales que, por respeto, tambin emplearon a los jugadores de sus categoras inferiores.

Pero si el Torino se qued tocado anmica y deportivamente, no menos duro result para el combinado nacional. En un equipo dirigido por Vittorio Pozzo, la plantilla del Toro monopolizaba las alineaciones del combinado nacional. El puesto de portero era el nico que se libraba de ese acaparamiento turins.

Con el desastre, en el que el propio Vittorio Pozzo tuvo que reconocer los cuerpos de los futbolistas, termin una floreciente etapa del ftbol italiano. Ms de 500.000 personas acompaaron al Torino en su adis. En el mismo orden en el que salan al campo fueron anunciados los ataudes a la entrada de la Catedral de Turn. Cuando entr Mazzola el silencio se apoder de Turn, de Italia y del mundo del ftbol. El gran Torino, lamentablemente, nos haba dejado para siempre.

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