En una de las reuniones con más solera del atletismo, los Millrose Games, que tiene a la milla como la distancia sobre la que se ha vertebrado gran parte de su historia desde su nacimiento en 1908, Diego García Carrera será uno de los protagonistas de un reto insólito.
En el Washington Heights, que sucedió al Madison Square Garden como sede en 2011, varios atletas intentarán el 8 de febrero batir el récord del mundo de marcha en la distancia de una milla, que estableció Tim Lewis hace 37 años en la pista del recinto neoyorquino (5:33.53). "Es muy atractivo y divertido", asegura Diego García Carrera a MARCA. "Dije que sí en cuanto que me lo ofrecieron porque este tipo de eventos son buenos para la especialidad".
En ese sentido, el madrileño recalca que "es una distancia inusual, pero resulta una doble conquista. Por un lado, en un evento del calado de los Millrose Games nos verá mucha gente que nunca ha visto marcha. Además, nuestra disciplina es algo tabú en Estados Unidos y viendo lo mal que nos había ido en los últimos años con los cambios de distancia, la incertidumbre sobre el futuro, esta opción de promocionar la disciplina es magnífica".
En un evento del calado de los Millrose Games nos verá mucha gente que nunca ha visto marcha y esa promoción es magnífica
No es habitual ver una prueba de marcha en pista y menos aún bajo techo. Acostumbrados al asfalto y la larga distancia, en eventos de 20 y 35 kilómetros marcha, afrontar una milla 'indoor' en una pista con peralte requiere una adaptación de los marchadores. "Es vital cuidar la técnica, más incluso de lo habitual, porque a velocidades tan altas es más complicado", explica Diego García Carrera, que ya tiene experiencia en esta distancia. El español compitió en el estreno de la marcha en la Diamond League, en Londres en 2017, donde batió la plusmarca mundial el británico Tom Bosworth (5:31.08) y el español fue segundo.
Además, el uso de sus zapatillas habituales -sin clavos, que son permitidas a los marchadores en eventos de estas características- y el peralte de la pista 'indoor' complican aún más esa adaptación. "Cada metro es importante. Va a ser una experiencia novedosa porque, aunque estamos acostumbrados a entrenar en pista en categorías menores, no lo hacemos con zapatillas con suela de 4 centímetros ni pista con peralte", explica el español, que realizará algunos entrenamientos específicos previos antes de disputar la prueba.
Entre sus rivales, algunos de los mejores marchadores del mundo, como el sueco Perseus Karlson, subcampeón del mundo de 20 km; el mexicano Ever Palma, quinto en el relevo mixto de los Juegos de París; o el alemán Chris Linke (Alemania), quinto en los 20 km en Tokio. "Hay que ser capaz de ponerse a ritmos arriesgados, a los que no estamos tan habituados", asegura el madrileño. "Pero marchar en un evento así, en Estados Unidos, de donde han llegado algunos de los mayores ataques a la disciplina, es importante".
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