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UNA PASIN DE 58.000 MILLONES |
Es un estudio como cualquier
otro de los que rondan siempre a la impenetrable Frmula 1, atando
todo tipo de cabos sueltos, informes y cotizaciones. Es totalmente
fiable? No. Si no es fiable ni el informe que hace cada cual de las
cuentas de su propia familia, uno de la Frmula 1 difcilmente lo
ser, pero s que es muy aproximativo de los miles de millones de
pesetas que soportan la grandiosa carpa del Gran Circo. Ms o menos
a la altura de la audiencia televisiva que lo sigue todos los aos:
58.000 millones, es decir, nueve veces la poblacin mundial
entre el directo, el diferido, los resmenes y programas especiales
de las diecisiete carreras de la temporada.
El presupuesto manejado por los equipos de Frmula 1 supera los 150.000
millones de pesetas para la construccin de los monoplazas, el pago
a los motoristas y a los empleados, los desplazamientos, el marketing
y la investigacin y desarrollo, etctera. En efecto, los 'cochecitos'
de apenas 600 kilos de peso cuestan una barbaridad, tanto por su valor
intrnseco como joyas motorizadas de infinita complejidad, como por
la cantidad de horas que ingenieros de gran talento invierten en crearlos
y mejorarlos. Y eso vale mucho dinero.
Tanto como que el costo de los materiales empleados (ingeniera aeroespacial),
o el software para el diseo y funcionamiento exceden la imaginacin.
En este ltimo aspecto, la Frmula 1 progresa hoy en da mucho ms
rpido que casi cualquier otra industria. El sistema CATIA, inaugurado
en el sector aeronutico a principios de los 80, rige ahora el destino
tcnico del 'circo', ya que permite gestionar todas las etapas de
la vida de un producto y sus derivaciones desde el principio. Este
programa permite crear todos los datos de un producto virtual durante
todas sus etapas de concepcin, industrializacin, produccin y mantenimiento
as como la misma construccin de fbrica. Adems permite mejorar
y gestionar simultneamente las funciones de marketing, produccin,
compras, finanzas, y recursos humanos.
En la F-1, los ingenieros pueden crear las piezas ms elaboradas,
simular su ensamblaje final y ciclo de produccin y vida antes de
fabricarlo fsicamente, por eso Ferrari, McLaren o Sauber lo usan
para sus chasis y Ferrari, Renault, Honda o BMW lo explotan para sus
motores. Y eso cuesta mucho dinero. |
LA BATALLA DE LAS MARCAS |
La F-1 representa hoy el mximo
en investigacin de la industria automovilstica. Por eso el valor
de sus constructores y escuderas, gracias a las alianzas tecnolgicas
que mantienen con varias industrias, los tneles de viento donde estudian
la aerodinmica o su potencial tcnico, se dispara por encima de los
puros resultados deportivos que obtienen en la competicin o de sus
presupuestos. Es decir, que valen mucho ms de lo que tienen y sus
beneficios ao tras ao se cimentan en ms escaparates que el triunfo
deportivo, si bien ste es que el que hace redondas sus empresas.
Al lector menos avezado le cuadrarn ahora las millonarias figuras
que rigen los equipos (la fortuna de Ron Dennis, patrn de McLaren,
es incalculable y la de Eddie Jordan se sita en ms de 20.000 millones),
los multimillonarios sueldos de jefes y tcnicos (algunos ms de 500
millones), los de los pilotos (Michael Schumacher supera los 6.000
'kilos' al ao y Villeneuve ronda los 2.700), y no digamos lo que
cuesta colocar una pegatina en los costados de algunos de los monoplazas
(Marlboro 'afloja' unos 12.000 kilos por vestir Ferrari). Cuando vean
a un coche romperse o echar humo, no sern slo los puntos los que
se echan a perder, sino que estn en juego otras muchas batallas.
Y para el que gana, imaginen. |
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