Para Edy Tavares eso de 'calendario apretado' no existe, no para él. El pívot del Real Madrid se ha embarcado en la misión, histórica, de meter por primera vez a su país, Cabo Verde, en una fase final de un Copa del Mundo. Y para hacerlo, va a tener que protagonizar un esfuerzo casi sobrehumano.
Tavares disputó este pasado jueves con el Real Madrid su partido de Euroliga ante el Zalgiris, que los blancos ganaron relativa facilidad, 96-69. En ese choque, el pívot disputó 16 minutos firmando 16 puntos y 3 rebotes. Su actuación fue crucial, es como si hubiera querido sentenciar rápido el partido para descansar.
Al día siguiente, este viernes, Tavares cogió un avión rumbo a Luanda (Angola), en un viaje de unas 12 horas de duración. La capital angoleña es la sede de los tres partidos que Cabo Verde tiene que disputar entre este viernes y el domingo. Edy no llegó a tiempo para jugar contra Guinea (a la que ganaron 78-70 este viernes), partido para el que estaba inscrito en acta, pero su idea es jugar el sábado ante Angola y el domingo ante Costa de Marfil, los dos líderes del grupo E de las Ventanas africanas de clasificación.
El concurso de Tavares es vital para que Cabo Verde se meta en el Mundial. Ha jugado cinco de los siete partido de su país en esta fase de clasificación aportando 15,8 puntos, 12,4 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones. Cabo Verde es tercero (5-3) en un grupo que clasifica directamente a los dos primeros. Costa de Marfil es el líder con 7-1 y ya está clasificado, seguido por Angola, con 5-2 y cuarto es Nigeria con 4-4. El mejor tercero de los dos grupos, el E y el F, también se mete. El equipo del pívot madridista podría clasificación ganando dos de los tres partidos.
El viaje y los partidos pueden suponer una verdadera sobrecarga de esfuerzo en un jugador que ya de por sí está muy utilizado por Chus Mateo por su importancia en le juego. En la Copa promedió más de 31 minutos en los dos choques que jugó y es el segundo jugador más utilizado de la plantilla, tras Deck, en la Euroliga. No es plato de buen gusto para su equipo cederle a su selección para un palizón semejante, pero no es hora de negar nada cuando la renovación o no del jugador planea sobre la plantilla y la situación no es nada fácil.
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