Belgrado se ha echado a la calle este lunes para celebrar las medallas conseguidas por sus olímpicos en los Juegos. Unas 70.000 personas se congregaron para festejar los éxitos del deporte de su país.
Serbia ha regresado de París con cinco medallas: tres oros (tiro olímpico por equipos, waterpolo masculino y Novak Djokovic), una plata (la taekwondista Aleksandra Perisic) y un bronce (baloncesto masculino).
Los triunfadores fueron saliendo al balcón de un edificio institucional y los más aclamados, como no podía ser de otra manera, fueron Djokovic y Nikola Jokic. El primero consiguió la medalla de oro, que era lo único que le quedaba por ganar en su magnífica carrera, y el segundo lideró a la selección hasta el bronce después de estar cerca de tumbar a Estados Unidos en semifinales.
Las dos estrellas tienen categoría de dioses en Serbia. Djokovic es el mejor tenista de la historia y Jokic es actualmente el mejor jugador de baloncesto del mundo y esta temporada consiguió su tercer MVP de la NBA. Es el tercero que gana en las últimas cuatro campañas.
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