En un vídeo que rápidamente se volvió viral, dos jugadores de baloncesto amateur se enzarzaron durante un partido 'uno contra uno' lleno de violencia física y de insultos y que, como podía preveerse, terminó en pelea. Los jugadores, uno de ellos un tipo alto y delgado y el otro un individuo más bajo pero musculoso, estuvieron muy picados desde el principio, lo que preparó el terreno para lo que se convertiría en un encuentro acalorado, caótico y que acabó en agresión física.
La tensión era palpable desde los primeros segundos, con conversaciones 'basura' de uno y otro tan pronto como comenzó el partido. Ambos chocaron sus cabezas al principio, y las cosas solo se intensificaron a partir de entonces. Tras una canasta, el jugador musculoso lanzó el balón directamente a la cara del jugador delgado, echando más leña al fuego ya candente con continuos insultos. El jugador corpulento se dirigió luego a la canasta, realizando un difícil tiro en suspensión con giro, desafiando a su oponente con la mirada.
Codazo y faltas flagrantes sin pitar
En la siguiente posesión, el jugador delgado intentó ganar la posición con un codazo, pero perdió el balón en el intercambio físico. La jugada estuvo lejos de ser limpia, ya que ambos jugadores cometieron faltas que no fueron sancionadas. El juego físico continuó cuando el jugador delgado acorraló a su oponente en el poste bajo, lo que lo obligó a realizar un tiro difícil.
Más tarde, cuando el jugador musculoso intentó hacer un reverso, el jugador delgado lo agarró de la camiseta, lo que le hizo perder el equilibrio y caer al suelo. En ese momento, la tensión estuvo a punto de acabar en pelea, pero un espectador interveno para evitarlo y el partido siguió.
A continuación el jugador flacucho anotó un triple con paso atrás y rápidamente reanudó su retahíla de insultos, provocando aún más a su oponente. Los dos jugadores casi llegaron a las manos en la siguiente jugada, y sólo la intervención de los espectadores de nuevo evitó una pelea en toda regla.
La gota que colmó el vasso
La gota que colmó el vaso fue cuando el jugador delgado anotó otro triple. En un momento de absoluta frustración, enojo y hasta rabia, le dio una palmada en la cabeza al jugador musculoso. Este acto desencadenó una respuesta inmediata y violenta de éste, que agarró el balón, lo lanzó contra el jugador flacucho y luego intentó estrangularle, obligándolo a caer al suelo.
Los espectadores se apresuraron a detener la pelea, evitando lo que podría haberse convertido en una situación mucho más fea. Lo que comenzó como un simple partido de baloncesto de 'uno contra uno' terminó en caos, dejando a los espectadores con una mezcla de sorpresa e incredulidad.
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