Me lo mostraron el otro día. Se trata de un párrafo de cierto artículo que regula los contratos profesionales de las jugadoras de baloncesto. ¿Todas? Pues me supongo. Españolas mayormente, claro. Imagino que aplicable a cualquier jugadora que fiche por uno de nuestros clubes. Tiene el OK de la FIBA y de la Federación. Está redactado en inglés y en español, no existe escapatoria. Para ir al grano: el embarazo es causa de rescisión de contrato.
Choca que se integre en el apartado dedicado a la deficiente conducta profesional, y así es. Un embarazo. Esta cláusula embarazosa (ejem) se cuela en la letra pequeña de esos contratos. Sorprende que ninguna de las jugadoras haya comentado algo al respecto. Deficiente conducta profesional, ya digo... Por menos, Bosman montó aquel lío.