ABabel Lipasi, el nombre le hace justicia. Este joven de 13 años mide ya 2,00 metros y gracias a ellos ha sido una de las sensaciones en la Minicopa. El coloso ha llevado al Cajasiete Canarias hasta la final, donde sólo el Real Madrid ha podido derribarle pese a terminar con 32 puntos, 31 rebotes y 57 de valoración. Sus medias en el torneo han sido de 18,2 puntos, 22,6 rebotes y 38,2 de valoración. Cerca del aro, en esta categoría es imparable, pero no todo es su estatura. Tiene una gran movilidad y un buen manejo del balón pese a su talla.
El pívot nació en la República Democrática del Congo. Empezó a jugar al baloncesto hace cuatro años, cuando lo cambió por el baloncesto. Le animó a hacerlo un amigo y le terminaron de convencer algunos partidos que les vio a los Warriors. El padre de ese conocido fue quien le metió en La Oportunidad, un club de Kinshasa, la capital del país.
Lipasi tiene cuatro hermanos y una hermana. Su padre es pastor y su madre trabaja en la iglesia. El baloncesto es una oportunidad para progresar. Por eso decidió incorporarse al CB Canarias a través de unas becas académicas y deportivas destinadas a jugadores de Gambia, Senegal, Malí y República del Congo. Ahora vive en una residencia del club, donde se alojan otros canteranos extranjeros.
El sueño de todos es llegar algún día al primer equipo del Lenovo Tenerife. "Espero tener algún la oportunidad de jugar en la Liga Endesa junto a todos mis compañeros", asegura Babel, toda una torre.
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