El deporte mostró su cara más cruel de nuevo en la final de la Copa del Rey de baloncesto. Y la tomó con un Gabi Deck que durante la primera parte dio un auténtico recital defensivo para frenar la máquina ofensiva del Barcelona y que tuvo en su mano la que pudo ser la posesión clave del choque.
El de Colonia Dora recibió el balón y tiró de potencia, que le sobra en sus piernas, para intentar entrar a canasta. Lo logró tras superar a Mirotic en una acción en la que pudo haber falta del internacional español, pero cuando se quedó solo bajo el aro azulgrana no acertó a anotar para empatar el partido (59-61) a falta de 23 segundos. Una acción crucial que terminó asegurando una Copa para el rival.
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