Los octavos de final arrojaron la primera gran sorpresa del Eurobasket y será muy complicado que alguien la pueda igualar. Italia, completando probablemente su mejor partido en décadas a nivel internacional, tumbó a la gran favorita, Serbia, a la que mandó a la calle, 86-94. A ella y a una de las grandes estrellas, Nikola Jokic, que pretendía coronarse en el baloncesto FIBA en Berlín.
Italia se ha cargado todos los pronósticos. Serbia era la favorita al oro, pero además el torneo se frotaba las manos con una semifinal ante Eslovenia en lo que podía ser la madre de todas las batallas, o una final ante la Grecia de Antetokounmpo en el duelo de MVPs de la NBA. No la habrá porque el equipo de Gianmarco Pozzeco, que fue expulsado del partido, jugó como los ángeles. Como nunca.
La clave de Italia estuvo en aguantar las primeras embestidas de Serbia, que llegó a dominar hasta por 12 puntos en el primer cuarto. Luego, hicieron lo que nadie ha hecho en este Eurobasket ganar a Serbia un segundo cuarto. Antes, los serbios sólo se habían dejado dos terceros cuartos y en partidos casi decididos. Así, al descanso la 'azurra' seguía viva, pero la pregunta era ¿hasta cuándo?
Y la respuesta llegó en dos cuartos maravillosos jugados por los italianos. Sobre todo en la defensa, la que hicieron ante Micic es para estudiarla, y en un ataque fluido y acertado que destrozó el muro el muro de Jokic y compañía. Con Serbia tratando de controlar el partido en el tercer cuarto, 57-47, llegó el festival de Spissu con cuatro triples consecutivos, tres de ellos al final de tercer cuarto y otro en el inicio. El base acabó con 21 puntos y 6 de 9 en triples. Luego le tomó el relevo Fontecchio, 19 puntos, Melli, 21, que acabó eliminado y Polonara, 15.
Serbia, a la desesperada, acabó apoyada solo en lo que hacía Jokic, que terminó con 32 puntos y 11 rebotes en un uno contra cinco prácticamente en cada ataque. Serbia se acordará siempre de este último cuarto en el que hincó la rodilla, 16-26 y fue dominada por su rival. Para salir del Eurobasket, que tendría que haber sido suyo, por la puerta de atrás. Un desastre con consecuencias en el futuro.
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