Acabado un entrenamiento de la selección española en León, Hugo González y Mario Saint-Supery se picaron en un improvisado concurso de mates.
Los dos jóvenes talentos mostraron sus portentosas condiciones físicas y su imaginación. Un molinillo, un mate por debajo de las piernas, otro de espaldas tras dejar botar el balón... La nueva España puede volar.
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