Darvin Ham, nuevo entrenador de los Lakers, jugó en la ACB. Fue en el Granada en la temporada 98-99. Disputó 12 partidos con promedios de 11,7 puntos, 7,0 rebotes y 2,7 mates, su especialidad. Pívot de 2,01 metros destacaba sobre todo por su poderoso físico en una plantilla que contaba con José Miguel Antúnez, John Morton, César Arranz, Chris McNealy, Dan Godfread... No pudo evitar el descenso del equipo ni cuajar en la competición española, pero sí hizo ruido... fuera de la cancha.
Su paso por la ciudad andaluza fue de lo más convulso. Pese a estar tan poco tiempo en Granada protagonizó dos graves incidentes extradeportivos. El primero fue cuando estrelló su coche contra una cabina de teléfonos. Luego se supo que conducía bajo los efectos del alcohol. El segundo fue un positivo por hachís en un control antidopaje en uno de los últimos partidos de la temporada con el equipo ya descendido.
Ham, que ahora tiene 48 años, llegó a Granada después de jugar en los Nuggets, con los que firmó pese a no ser drafteado, los Pacers y los Wizards. Tras su breve experiencia española, regresó a Estados Unidos, donde jugó en los Bucks, los Hawks y los Pistons. Con la franquicia de Detroit ganó el anillo en 2004. En total acumuló 417 encuentros en la NBA con promedios de 2,7 puntos y 2,3 rebotes. Sus últimos años como jugador los pasó entre la Liga de Filipinas y la Liga de Desarrollo.
De la cancha a los banquillos
En 2008 pasó directamente de la cancha a los banquillos, ejerciendo de asistente de los Albuquerque Thunderbirds, de la Liga de Desarrollo. Su primera experiencia en la NBA le llegó de la mano de los Lakers, que le dieron un puesto de entrenador ayudante. Ejercería el mismo cargo en los Hawks y en los Bucks, con los que ganó un segundo anillo la temporada pasada.
Ahora se estrenará como primer entrenador y nada menos que en los Lakers, donde tendrá que lidiar con una plantilla llena de estrellas con sus correspondientes egos: LeBron James, Anthony Davies y, salvo que cambien las cosas, también Russell Westbrook. Un reto para cualquier técnico, pero aún más para un novato.
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