BALONCESTO
WNBA

La dura vida de Caitlin Clark en la WNBA: derrotas, ira de las rivales y racismo

A la estrella de las Fever le está costando la adaptación entre un duro calendario, unas defensas extremas y provocaciones

Caitlin Clark se encara con Victoria Vivians, jugadora de las Seattle Storm.
Caitlin Clark se encara con Victoria Vivians, jugadora de las Seattle Storm.
Actualizado

Caitlin Clark iba a revolucionar la WNBA. En términos mediáticos y económicos, puede ser. De hecho, las Indiana Fever ya han superado la asistencia total a sus partidos en casa de la temporada pasada: de 81.336 espectadores en todo un curso a 82.857 en sólo cinco encuentros. Sin embargo, en lo que acontece en la cancha, le está costando. La número 1 del último draft vive un duro proceso de adaptación a la Liga profesional, con malos porcentajes de tiro, agotamiento y como centro de las iras de unas rivales que tratan de achantar a la novata.

Después de deslumbrar con la Universidad de Iowa, con la que se convirtió en la persona con más puntos en la historia de la NCAA, se esperaba que Clark tuviera un impacto inmediato en la WNBA. No está siendo así. La base de 22 años y 1,83 metros padece durante los encuentros. Como muestra, su actuación en la durísima derrota ante las subcampeonas New York Liberty por 104-68: hizo tres puntos con 1/10 en tiros de campo, incluidos 1/7 triples.

2024-06-03-17174151997464

La prodigiosa base está promediando 15,6 puntos por partido, 5,1 rebotes, 6,4 asistencias y 5,4 pérdidas en 33 minutos. Es la cuarta mejor pasadora, pero lidera la WNBA en balones perdidos. Lleva 27 triples anotados, sólo por detrás de los 31 de la legendaria Diana Taurasi, pero su porcentaje de acierto es sólo del 29,7%, lo que la coloca en el puesto 44.

Lleva 11 partidos en 20 días, más que nadie

Clark está sufriendo los rigores físicos de la Liga. Las Fever son penúltimas con un balance de 2-9. Sólo las Washington Mystics, que aún no han ganado (0-8) van peor. Pero es que las de Indiana han tenido el calendario más duro en este arranque de temporada. En los 20 días de competición han jugado más partidos que nadie. Llevan 11 por los sólo seis que han disputado Las Vegas Aces, actuales campeonas. Unas agendas muy descompensadas.

La novata, además, es el foco de las provocaciones de las rivales. Han sido varios los partidos en los que las defensas han sido demasiado duras con ella o se ha rozado la agresión sin balón en acciones jaleadas desde las jugadoras del banquillo. Tratar de sacar de sus casillas parece no de los objetivos de los equipos que se enfrentan a ella. "Cálmate y deja que tu juego hable por ti. No dejes que se metan en tu cabeza. Siento que me están golpeando. Sé que me van a dar fuerte en cada partido, pero estoy tratando de que no me moleste", dice Clark, que ya ha recibido tres técnicas, dos por protestar a los árbitros y otra más por un enfrentamiento con Victoria Vivians, de las Seattle Storm.

Agresiones sin balón

Recientemente, en un partido ante las Chicago Sky, Clark recibió un claro empujón sin balón por parte de Chennedy Carter, que también profirió un insulto hacia la rookie. La WNBA, tras revisar el vídeo del encuentro, anunció que aumentaba a flagrante 1 la polémica acción. Desde su equipo, Lin Dunn, el mánager general, consideraba que "hay una diferencia entre una defensa dura y acciones innecesarias". Y se quejaba en las redes sociales: "¡Tiene que parar! ¡La liga necesita limpiar esta basura! ¡¡Eso no es lo que es esta Liga!!".

2024-06-03-17174153294652

La entrenadora Christie Sides se mordió la lengua recientemente al valorar la dureza con la que se emplean contra su jugadora. "Estoy tratando de que no me multen", dijo antes de afirmar que "seguiremos enviando jugadas a la Liga y, con suerte, comenzarán a analizar mejor algunas de las cosas que vemos. Estoy feliz de que Caitlin lo haya manejado de la forma en que lo hizo. Es difícil recibir golpes y no ser recompensada con tiros libres".

Su estrella está en el epicentro de una polémica en la que algunos incluso ven tintes racistas por parte de algunas de sus rivales, la mayoría afroamericanas. Sin embargo, con Sabrina Ionescu, base blanca y estrella de las Liberty que también aterrizó en la WNBA como una futura estrella, no sucedió nada parecido. Clark está pagando el peaje de la jugadora que está llamada a modificar la WNBA. Por ahora se está encontrando con muchas adversidades.

NBA La NBA aterriza en Málaga con el BWB Europe 2024
NBA Los Clippers hacen rico a Tyronn Lue y le convierten en uno de los entrenadores mejor pagados de la NBA
NBA El hijo de LeBron James hereda la arrogancia de su padre y se deja querer por los Lakers

Comentarios

Danos tu opinión