El ala-pívot de los Golden State Warriors, Draymond Green, se escapó de una sanción deportiva que le habría impedido participar en el cuarto partido de las Finales del Oeste entre los Warriors y los Thunder, después de que la NBA no considerase intencionada su patada a Steven Adams durante el tercer choque de la serie.
El jugador de los Warriors, sin embargo, sí tendrá que hacer frente a una sanción económica de 25.000 dólares después que de los árbitros sancionaran la acción como falta flagrante de tipo 2 y no de tipo 1 como reclamaban los jugadores del equipo de Oklahoma, como Russell Westbrook que reclamaban la total intencionalidad de la acción.
"Después de un estudio exhaustivo de todas las imágenes disponibles y tras dialogar con los jugadores implicados y con los árbitros del partido, hemos determinado que se trata de un gesto innecesario y excesivo", argumentaba la NBA en un comunicado emitido para explicar su decisión.
La polémica decisión de la liga contrasta con el castigo impuesto a Dahntay Jones tras su golpe a Biyombo en el tercer partido de la eliminatoria entre los Cavaliers y los Raptors. El jugador del equipo de Cleveland fue sancionado con un partido de suspensión y no pudo participar en el cuarto encuentro de la serie. Un castigo que vino acompañado de una sanción económica de 80 dólares, que terminó pagando su compañero LeBron.