Tarde caótica en el Mundial femenino de balonmano de España, que, de momento, tan sólo estaba dando noticias extradeportivas por culpa de la nueva ola de Covid-19 y que está afectando a varias selecciones participantes en este campeonato.
Pero la preocupación ahora se centra en Camerún, ya que este jueves cuatro de sus internacionales han desaparecido de la concentración del combinado africano en Valencia. Todas ellas no fueron convocadas para el partido de la President´s Cup ante Angola. Desde entonces, se ha perdido su pista, porque no aparecieron ni en el autobús del conjunto camerunés, ni en el pabellón de Llíria donde se disputó el mencionado encuentro, ni tampoco por su hotel de concentración en la capital valenciana.
Por otro lado, la selección china abandona oficialmente el Mundial después de haber dado el visto bueno la Federación Internacional a su solicitud de retirarse al confirmarse el primer positivo por Covid-19 en su plantilla. El combinado chino, al que se enfrentó España el pasado sábado, deberá permanecer aislado durante 14 días en Valencia para poder regresar a su país, cumpliendo a rajatabla las estrictas medidas sanitarias de su gobierno.
Más largo será el aislamiento para las contagiadas, ya que tendrán que estar recluidas en su hotel durante seis semanas según dictan las normas de prevención y control de epidemias de China. De este modo, los dos partidos de la President´s Cup que aún tenían por jugar se les dará por perdido (10-0), sumando dos puntos sus rivales en esta fase que compiten las selecciones eliminadas a las primeras de cambio en el campeonato.
Una amarga forma de despedirse para el combinado asiático, que fue invitado por la IHF para disputar el Mundial de España y que dice adiós sin haber logrado ni un solo punto en cuatro partidos, sufriendo algunas derrotas sonrojante en el resultado.
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