Mark Cavendish, uno de los mejores sprinters de los últimos tiempos, es un hombre acostumbrado a la velocidad terminal... sobre dos ruedas. Y ahora, desde que es embajador de Aston Martin, también le está cogiendo el gusto a las cuatro.
De hecho, recientemente ha podido vivir una experiencia reservada a muy pocos: rodar en el circuito de Silverstone con el emblema de la marca británica, el hypercar Valkyrie. Probablemente el coche de calle con mayor rendimiento de planeta (como bien sabe Fernando Alonso, dueño de uno de los 150 fabricados en el mundo).
En sus más de 50 triunfos de etapa en grandes vueltas (35 de ellas en el Tour, récord absoluto) Cavendish habrá superado los 70 km/h. Una cifra no tan impresionante como los 345 km/h que alcanza el deportivo inglés, pero que a nivel de sensaciones y de generación de adrenalina no debe diferir mucho a un sprint en plenos Campos Eliseos o en la lucha por un Mundial de ciclismo en ruta.
"La aceleración que tiene... te deja sin palabras", fue lo primero que pudo articular tras bajarse de la máquina de 1.155 caballos de potencia diseñada por Adrian Newey. Cuando recuperó el aliento ya entró en más detalles respecto a lo vivido esa jornada tan especial: "No he experimentado nada igual a esto" fue todo lo que llegó a decir después de probarlo... y lo terminó definiendo con acierto: "Es básicamente, un coche de Fórmula 1... bueno no, un avión con ruedas", acabó asegurando.
Cavendish está vinculado con Aston Martin desde finales del año pasado (como embajador global de alto rendimiento) y no es la primera vez que se pone a los mandos de uno de los modelos británicos ya que antes pudo hacerlo con el SUV DBX707 en otro templo de la velocidad: las carreteras de la isla de Man.
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