Tesla Cybertruck: probamos la bestia más insólita creada por Elon Musk

Cuando no estaban ocupados luchando contra los indios, los primeros colonos de Estados Unidos realizaban a menudo actividades de transporte en sus vagones de propulsión animal, que servían tanto para transportar personas como para cargar grandes y pesados volúmenes en sus cajas abiertas. La evolución de la especie los transformó en vagones cubiertos, pasando a denominarse posteriormente pick-up a principios del siglo XX (Henry Ford creó, en 1925, la primera pickup basada en un Modelo T).

Hoy en día, este tipo de vehículos tienen allí el orgullo de su condición de patrimonio cultural y tienen un lugar en la historia estadounidense tan relevante como las hamburguesas, el béisbol o Buffalo Bill. El descendiente contemporáneo de la creación de Ford (el F-150) es el vehículo más vendido en Estados Unidos desde hace casi medio siglo y hoy en día se venden alrededor de cien F-150 por día en ese país.

El Tesla Cybertruck, es uno de los coches más esperados del tercer milenio. Casi cinco años después del vergonzoso estreno mundial durante el cual el jefe de diseño de Tesla arrojó una bola de acero contra su ventana lateral (que se suponía estaba blindada y a prueba de balas), reduciéndola inmediatamente a fragmentos, finalmente ha llegado al garaje de sus primeros clientes.

A veces los coches parecen amigables, a veces dan miedo. Sin embargo, cuando el coche se emancipó del carruaje, los faros, el radiador y el parachoques tendieron a formar algo parecido a una cara. Por supuesto, la evolución del diseño y la tecnología también influye y está cambiando mucho con la llegada de la electromovilidad. Pero incluso los modelos más recientes de nuevas marcas como Nio o Rivian y, por supuesto, Tesla, tienen algún tipo de característica humana. Sin embargo, el Cybertruck no tiene 'rostro ni ojos'.

Inoxidable

Y ni siquiera está hecho de chapa doblada, sino de acero inoxidable estampado. Supuestamente no se oxida -aunque en Internet circulen vídeos que parecen demostrar lo contrario tras el o con cursos de agua- y no necesita ser pintado. Eso le da un aspecto atractivo y evita una etapa de producción muy costosa, además de aumentar la reputación de Musk como 'matador de costes'. El problema es que el acero inoxidable es difícil de doblar y, por lo tanto, el Cybertruck es más anguloso que cualquier otro vehículo en la carretera, casi como si un niño pequeño lo hubiera hecho de cartón.

Visualmente un cruce entre genes de un todoterreno y un vehículo de la película Mad Max, el Cybertruck de casi 5,70 metros de largo (todavía por debajo de las pick-ups ortodoxas en este segmento, que tienen una longitud de más de 6 metros) no es para los conductores tradicionales. Incluso a los fanáticos certificados de Tesla les cuesta aprobar sus formas robustas con neumáticos todoterreno de tamaño 285. Hasta en el sur de Florida, donde un Lamborghini Aventador rosa o un Mercedes Clase G verde brillante no hacen girar el cuello a muchos peatones.

Nos dirigimos hacia el Parque Nacional Everglades y, dado que hay muchas menos estaciones de carga de baterías que cocodrilos, es recomendable hacer una parada en el último supercargador dentro del centro comercial Kendall Village, antes de ingresar al Parque Nacional. Tras una investigación para encontrar la tapa del enchufe de carga, bien camuflado en el paso de rueda trasero izquierdo en plástico oscuro, logramos abrirlo para inyectar la electricidad necesaria.

Primeras complicaciones

El diseño interior es limpio e incluso antes de entrar en el Tesla Cybertruck nos dimos cuenta de que su uso no es muy intuitivo. Desde luego por la mencionada tapa de carga oculta, pero también por las puertas sin tirador. Primero, hay que presionar el sensor en el exterior del pilar central para que la puerta se desbloquee, luego tocas la bisagra de la puerta para abrirla. El resultado son más huellas dactilares en las cuatro puertas que en su frigorífico de acero inoxidable.

El Cybertruck está lejos de ser más acogedor por dentro que por fuera. El concepto de funcionamiento es típico de Tesla (o sea, los controles físicos) y lleva tiempo hasta que uno se acostumbra. Incluso se ha prescindido del intermitente y de la palanca de transmisión. Como sólo en el volante se encuentran unos pocos botones, casi todo lo demás debe controlarse desde la pantalla de 18,5 pulgadas, ya sea el intervalo de activación del limpiaparabrisas o las salidas de aire controladas eléctricamente para los asientos delanteros y traseros. Quienes se sientan en la segunda filatienen su propia pantalla de 9,4 pulgadas.

Mucho espacio

Al menos el Cybertruck es generoso tanto en espacio para las piernas como para los hombros, pero lo que le falta en altura en la segunda fila no lo compensa el gran techo panorámico.

Con un nivel de carga del 95% (de la capacidad de 123 kWh), nos dirigimos hacia el sur con la caja abierta. La pantalla central informa rápidamente que la autonomía se reducirá en 40 km porque la aerodinámica queda afectada, todo un detalle de atención al cliente. Lo mejor es volver a cerrar la persiana eléctrica de la caja y aceptar que deja de ser posible ver lo que hay detrás del Cybertruck a través del espejo retrovisor. El volumen de más de 2.832 litros permite acomodar objetos grandes en el área de carga (mide 1,80 m de largo, 1,32 m de ancho y 0,5 m de alto) y, con la tapa cerrada, quedan protegidos de miradas curiosas y de s no deseados.

Al Cybertruck se pueden conectar todo tipo de aparatos eléctricos, desde hervidores hasta taladros, lo que confirma sus credenciales de vehículo de trabajo con una capacidad de remolque de casi 5.000 kg (un peso tan elevado en la espalda perjudicará gravemente su autonomía, por supuesto).

También hay un maletero delantero muy grande, de 200 litros, y una 'caja de seguridad' debajo del área de carga, donde se pueden transportar alimentos o bebidas y se pueden enfriar en hielo, ya que está sellada contra la intemperie y tiene un orificio de drenaje en la parte inferior.

Comodidad de bacheo

Con una autonomía de 483 km indicada en la pantalla, los primeros 32 kilómetros por la US-41 W conducen directamente al corazón de los Everglades. Llega el momento de entrar en el camino de gravilla de Loop Road en la Reserva Nacional Big Cypress y aquí llega la primera sorpresa: este monstruo eléctrico, de más de tres toneladas de peso, se muestra bastante cómodoal pasar con cierta soltura por los innumerables baches durante este recorrido.

Intentamos no fallar ni un charco húmedo ni un hoyo con tierra para al menos obtener algunas sensaciones de cómo se comporta en una conducción en todoterreno suave e improvisado, pero esta es una dura prueba para el limpiaparabrisas XXL, el más grande jamás instalado en un vehículo de producción en serie, tan grande y masivo que sus impulsos se transmiten a la carrocería cada vez que cambia de dirección. Y el conductor lo siente. Es posible escuchar algunos ruidos parásitos, pero la impresión más negativa proviene del hecho de que algunos revestimientos de los es se desprenden prematuramente de su base.

E incluso en Estados Unidos, esta nave espacial con ruedas sigue siendo una rareza y, una vez de regreso a la civilización, difícilmente logra ser discreta. La primera sucesión de semáforos confirma lo que sugiere la ficha técnica (450 kW/612 CV): la aceleración instantánea es impresionante y, si eso es lo que su conductor desea, puede acelerar de 0 a 100 km/h en unos breves 4,3 segundos.

Pero mientras Tesla permite que el Model S alcance una velocidad máxima de 320 km/h, por ejemplo, ni el Cybertruck más potente (el CyberBeast de 845 CV, que utiliza tres motores eléctricos) puede superar los 210 km/h. En el caso de la versión 4x4 de 612 CV que condujimos, la velocidad máxima es de 180 km/h, pero eso en teoría, porque en EE. UU. no se puede ir a mucho más de 130 km/h, sobre todo porque la policía de tráfico es igual de rígida que la carrocería del Cybertruck.

Como si un volante cuadrado no fuera lo suficientemente inusual, Tesla también utiliza aquí la tecnología de dirección by-wire, en la que no existe ninguna conexión mecánica con las ruedas. En cambio, la dirección (increíblemente directa) está controlada por impulsos electrónicos y, a medida que aumenta el ángulo de dirección, las ruedas traseras también giran, lo que provoca una sensación antinatural. En el lado positivo de las cosas, la dirección en las cuatro ruedas permite maniobrar con menos dificultades en zonas de atascos o estrechas con más facilidad de lo que cabría esperar para algo de este tamaño.

Dinámica de giro

Pero no sin que uno se tenga que acostumbrar antes a una dinámica diferente: cuando entra en acción la dirección trasera, los ejes delantero y trasero no parecen 'hablar el mismo idioma', sobre todo porque las ruedas traseras giran hasta 10 grados, más del doble de lo que giran, por ejemplo, las del nuevo Mercedes Clase E. Con dirección en el eje trasero y múltiples cámaras a bordo (que ayudan a compensar la visión trasera terrible o inexistente), estacionar podría ser fácil, pero dado el ancho total de 2,2 metros (más los espejos retrovisores), siempre es un momento de alguna tensión en la vida cotidiana en ciudad.

La suspensión utiliza muelles neumáticos en vez de resortes de acero. Con solo tocar un dedo, la distancia al suelo se puede aumentar o disminuir en 10 cm respecto a su altura estándar de 33 cm, de modo que el Cybertruck, que tiene tracción a las cuatro ruedas en dos de sus tres versiones (el año que viene se unirá a la gama una variante menos potente con tracción trasera), puede escalar colinas y bajar valles.

Los atributos todoterreno son dignos de elogio: un ángulo de ataque de 35 grados y un ángulo de salida de 28 grados, superando marginalmente lo que la pick-up Ford Raptor es capaz de hacer (altura al suelo de 28 cm y ángulos de 32 y 28 grados, respectivamente). Desafortunadamente, la suspensión demostró ser menos capaz de manejar baches más altos y duros que los hoyos de los senderos en los Everglades, y en algunas ocasiones el viaje se sintió más como galopar sobre un caballo salvaje.

Unos 400 reales de autonomía

Tras cuatro horas de viaje y alrededor de 201 km, llegamos al supercargador en Coral Terrace, un distrito al sur de Miami, con el estado de carga de la batería al 52%, lo que significa que la autonomía real es bastante más modesta (sobre los 400 km) que los 547 km anunciados, aunque el aire acondicionado siempre haya estado funcionando a tope debido a los 35 grados exteriores y la alta humedad.

Gracias a la avanzada tecnología de 800 voltios (y 250 kW de potencia de carga), Tesla promete que su vehículo con aire de marciano sobre ruedas puede recargar hasta 217 km en 15 minutos con un supercargador de última generación. Pero está bien saber que Tesla ofrece por primera vez un extensor de autonomía (no en el sentido de un pequeño motor de combustión que acciona un generador, como el 'difunto' BMW i3 o el actual Mazda MX-30, sino en forma de una segunda batería instalada en la caja de carga y supuestamente capaz de ampliar la autonomía otros 200 kilómetros). Esta batería de plan de contingencia reduce el espacio de la caja en aproximadamente un tercio.

Sorpresa, sorpresa... el Cybertruck no es un unicornio rodante en el sur de Florida y hubo cuatro encuentros cercanos a lo largo del día con otros de la no obstante extraña especie. Pero aún son tan raros que los conductores/pasajeros todavía se saludan entre sí cuando se cruzan (eso ciertamente confiere un aire comunitario a las calles estadounidenses, por lo demás impersonales).

La polémica pick-up está bajo presión, ya que las listas de espera interminables son cosa del pasado (a pesar del ritmo de producción muy lento) e incluso los fanáticos de Tesla hablan de una caída de precios de hasta 10,000 dólares por semana en algunas ocasiones. Eso también significa que se acabaron los precios especulativos del mercado negro, que alcanzaron más de 150.000 dólares, y que la versión de base del Cybertruck AWD comienza en exactamente 99.990 dólares. Los potenciales clientes, con tanto de ricos como de excéntricos, no podrían estar más felices.