- ITV. Así es la modificación que preparan las ITV en la prueba de humos para estos vehículos
- Consejos. El truco que te ayudará a pasar la prueba de humos de la ITV
Si tienes que pasar la ITV de tu coche a partir del próximo 1 de julio debes saber que habrá novedades. Ese día entra en vigor la versión 7.6.1 del manual que regula los procedimiento de inspección de las estaciones españolas y que recoge algunos cambios que afectarán a todos los conductores.
ITV a partir del 1 de julio ¿qué cambia?
El principal cambio que recoge el nuevo manual es que, una vez superada la pandemia de Covid-19, las modificaciones realizadas en el procedimiento de inspección para garantizar la integridad del conductor del vehículo y del personal de la ITV se revocan.
Eso supone dos cambios principales: el retorno de la prueba de la diagnosis a bordo del vehículo (OBD) y de la comprobación del estado del troquelado del número de bastidor. En ambos era necesario acceder al interior del vehículo, por lo que quedaron en suspenso durante el periodo Covid.
Vuelve la OBD
La prueba de control de la centralita electrónica del vehículo a través del puerto de diagnósis de a bordo del vehículo (OBD) era obligatoria para los coches más modernos, en concreto los Euro 5 y Euro 6 de las categorías M1 (turismos) y N1 (comerciales ligeros tipo Volkswagen Caddy) y Euro VI (camiones).
Mediante la conexión de un equipo externo al vehículo las estaciones de ITV pueden comprobar que la centralita no ha sido modificada de forma irregular y no autorizada o que no tiene errores. Se trata de un mecanismo para el control de las emisiones contaminantes de esos vehículos.
Aunque esta es una prueba muy temida por los conductores, realmente no hay tanto motivo para el miedo ya que la mayoría de los defectos graves que se detectan están relacionados con modificaciones, de modo que si no hemos hecho cambios de forma ilegal no habrá nada que temer. Tampoco es una prueba nueva ya que está vigente desde el año 2018.
Comprobación del número de bastidor
El segundo cambio importante es que vuelve a comprobarse de forma exhaustiva el estado del troquelado del número de bastidor, el elemento que permite identificar el vehículo (ese dígito con 17 cifras que suele identificarse con las siglas VIN -Vehicle Identification Number-).
Los inspectores volverán a comprobar el VIN en las diferentes zonas en las que aparece: la parte superior del salpicadero (que lo hace visible desde el exterior a través de la luneta delantera), en la placa del fabricante o sobre el propio chasis del vehículo.
Se comprobará, primero, la existencia del número de bastidor, que su estado sea el adecuado (que sea legible, que no esté manipulado y que se pueda ver al completo) y que el número VIN coincida con el que aparece en la documentación del vehículo.