Aunque cabría esperar que los vehículos de transporte escolar, por su especial idiosincrasia, deberían estar en buen estado y con sus conductores cumpliendo escrupulosamente las normas (técnicas y/o de tráfico)... la realidad vuelve a mostrar que no es así, al menos en España.
Porque la última campaña de vigilancia de la DGT para este tipo de vehículos ha vuelto a deparar resultados preocupantes. Porque sólo así cabe calificar que se hayan encontrado conductas como conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, transportar personas sin autorización o circular sin el seguro de responsabilidad ilimitada.
Más del 45% de vehículos denunciados
En los cinco días en los que se llevó a cabo la campaña (del 20 al 24 de enero) se revisaron 3.190 vehículos... y se incoaron 2.756 denuncias. Como se puede observar, un porcentaje altísimo de infracciones ya que, aunque en algunos vehículos se impusieron más de una multa, el 45,1% de todos los que fueron revisados (1.441) resultaron sancionados.
De poco más de 3.000 vehículos controlados se dieron más de 2.700 denuncias.
Del total de las denuncias, es cierto que las más comunes (un 54% del total) son las istrativas... pero no por eso dejan de ser graves. Hablamos de 822 infracciones por no tener la autorización especial necesaria para el transporte escolar y otros 666 casos en los que se incumplía el precepto legal de estar en posesion de un seguro de responsabilidad ilimitada.
Otras infracciones bastante comunes registradas en la campaña se refieren a deficiencias técnicas (como problemas en las puertas o incluso no tener la ITV al día), reglamentarias (como no disponer de dispositivos para señalizar una emergencia) o de procedimiento (desde excesos de horario de conducción a carecer de la persona encargada del ciuidado de los menores).
Aunque no hubo ninguna denuncia por delitos contra la seguridad víal, sí que se registraron tres casos de conductores que circulaban bajo los efectos del alcohol y otros seis bajo otras drogas.
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