Dos de las grandes gestas del deporte español llegaron de la mano de dos hermanos, aunque con 20 años de diferencia. Los deportes de invierno en nuestro país escribieron las que quizá sean, aún a día de hoy, las páginas más brillantes de su historia de la mano de Paco Fernández Ochoa, con su medalla de oro en Sapporo 1972, y de la de Blanca, con su bronce en Albertville 1992. Los dos, por supuesto, hijos de Cercedilla, una localidad donde el esquí es el deporte rey, y cuya Plaza Mayor se erige una estatua de Paquito.
Un 13 de febrero de 1972, Paquito se proclamó, contra pronóstico, campeón olímpico de eslalon por delante de estrellas mundiales como Thoeni, Augert, Burgmann o Duvillard. En un deporte carente de héroes en nuestro país, tanto él como su hermana fueron pioneros. Hubo que esperar 20 años para que llegara la segunda medalla para España en unos Juegos de Invierno. Los apellidos Fernández Ochoa volvían a resonar, pero esta vez era Blanca, en la misma prueba que su hermano, quien un 20 de febrero subía al podio en la localidad sa de Albertville.
Hoy en Cercedilla era un día para homenajear a ambos, no sólo por sus éxitos sino también por la huella que dejaron. En el Museo del Esquí de la localidad madrileña se ha celebrado un acto al que acudieron los familiares de Blanca y de Paco, además de numerosas autoridades.
Fue una celebración emotiva que sirvió para mantener vivo el espíritu de dos deportistas épicos. Todos los presentes ensalzaron la figura de, ante todo, dos extraordinarias personas, que además impulsaron el esquí en nuestro país. Sus éxitos fueron rememorados en vídeo y, tantas décadas después, resultó imposible para los presentes no emocionarse.
En el acto participaron el alcalde Cercedilla, Luis Miguel Peña Fernández; el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco; Albert Soler, director general del Consejo Superior de Deportes; el presidente de Federación Madrileña de Deportes de Invierno, Antonio Fernandez-Coppel, además de Lola y Juanma, hermanos de Paco y Blanca.
El director de MARCA, Juan Ignacio Gallardo, también intervino e hizo entrega a la familia Fernández Ochoa de la portada homenaje de MARCA del día que Blanca falleció, una portada que vivirá para siempre expuesta en el Museo del Esquí de Cercedilla.
Cerró el acto, que estuvo plagado de vecinos de Cercedilla, la presidenta de la Comunida de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Fueron los primeros, marcaron a una generación de deportistas en España y fueron un ejemplo para todos. Fueron dos madrileños únicos y nos gustaría que su legado llegara a las nuevas generaciones", expresó en su discurso Díaz Ayuso.
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