Sorloth, un recambio gigantesco

Alexander Sorloth posiblemente sería titular indiscutible en 17 equipos de Primera. No en vano, lo fue en Villarreal la temporada pasada peleando el Pichichi hasta la última jornada del campeonato. Su única barrera en el Atlético es que por delante tiene al máximo goleador de la historia del club y al hombre llamado a heredar su corona. Algo que no le impide manifestarse como una alternativa de total garantía. Tan gigantesca como su planta.

Volvió a demostrarlo con su segundo doblete exprés como rojiblanco. Porque si ante el Leganés marcó el gol del empate (1-1) y el que obraba la remontada (3-1) en media hora, en Elche apenas transcurrieron 21 minutos entre los dos tantos con los que encauzaba el pase a la siguiente ronda.

En el 29’ ya había enseñado el catálogo que resume su repertorio. Control con la derecha en el corazón del área para fusilar a continuación con la misma pierna a San Román, primero. Lanzamiento de penalti inapelable, un cañonazo por el centro con la zurda, después. Dos goles de puro ariete.

Exactamente lo que le pide Simeone. Lo que le inculcó en una enriquecedora charla después de una cena en el hotel de concentración justo antes de medirse al Alavés, al que también marcaría tras ingresar al campo en el descanso: que es más importante la calidad de los minutos que la cantidad. Y que el éxito de un equipo estriba precisamente en que los jugadores que no salen de inicio acepten e interpreten ese rol. Dicho y hecho, pues aunque a ningún futbolista le guste, Sorloth demuestra con actos sobre el campo que había captado el mensaje.

Tanto que, tras estrenarse en la Copa, su cuenta anotadora ya se eleva a diez tantos tras 1.201 minutos, uniéndose a los dobles dígitos de Julián Alvarez (14 dianas en 1.778 minutos) y Griezmann (12 en 1.963).

sustituido por molestias

El único lunar en la gran noche que prometía Sorloth ayer fue que no podría completar más de 45 minutos al sentir unas molestias que le obligaron a ser sustituido al descanso por precaución. De hecho, con su vaso de la moral rebosando, la gran prioridad es que pueda seguir ejerciendo como un recambio de lujo, de ahí que ahora toque cuidar su imponente físico