"Terminará saliendo uno de los delanteros", deslizan desde el Atlético vislumbrando lo que puede suceder de aquí a que se cierre el mercado de fichajes el próximo 1 de septiembre. Una realidad que, a día de hoy, presenta muchas aristas por las peculiaridades de los cinco futbolistas de primer nivel que componen la plantilla rojiblanca: Joao, Griezmann, Cunha, Correa y Morata.
En MARCA hemos contado las situaciones particulares de cada uno de ellos. Del luso que su entorno le ofrece buscando una gran operación y un equipo con más foco pero tanto Joao como el Atlético no piensan en nada que no sea reventar en crack en su cuarta temporada.
Un escenario parecido al que se dibuja con Griezmann. El francés está loco por sacarse la espina del pasado curso y recuperar el nivel que mostró antes de su viaje al Barça. Simeone confía ciegamente en él y parte, junto a Félix, como la pareja titular.
Dos puestos por los que deberían pelear tanto Cunha como Correa. El primero busca dar el salto en importancia mientras el segundo pidió salir al concluir la temporada al sentirse relegado en los grandes partidos, especialmente en la eliminatoria de Champions ante el Manchester City.
Una oferta convincente por el 10 podría desentrañar el laberinto de ataque y variar la hoja de ruta del cuerpo técnico sobre la continuidad de Álvaro Morata, el quinto elemento ofensivo y el futbolista con más opciones de acabar saliendo. La Juventus acecha pese a que la voluntad del jugador es instalarse en Madrid tras los vaivenes de su carrera.
Los jugadores del Atlético sufren con el Profe Ortega
La complicada gestión del curso pasado
Simeone sabe lo complicado que fue gestionar la parcela ofensiva el curso pasado. Morata ha vuelto en el lugar que ocupaba un Luis Suárez al que le costó asimilar su cambio de rol. De clave en LaLiga a habitual suplente, lo que provocó conversaciones entre argentino y uruguayo... y no pocas caras largas.
Menos 'televisados' fueron los enfados de Correa, pero acabaron con el 10 cabreado tras su rol decisivo. De ahí que la suma de estas situaciones (Cunha tuvo menos minutos de los que se mereció por su trabajo) lleven a abrir un panorama en el que sólo pueden quedar cuatro delanteros. Veremos quién sale finalmente.
