La estampa de Alba Redondo sentada en el césped y teléfono en mano después del partido, con las gradas completamente vacías, se ha convertido en un clásico de este Mundial. El martes, la manchega cumplió con su ritual tras ganar a Suecia y clasificarse para la final del Mundial.
"Por favor, haz el favor de comprar ahora mismo los billetes para venirte con mamá a Nueva Zelanda", dijo la futbolista a su hermano a través de una llamada captada por las cámaras de CMM. Iván tuvo que corregir a la Pichichi de la Liga F porque, con el subidón de adrenalina, no cayó que el partido por el título se jugará en Sídney, Australia.
"Me voy a ir a Sídney para poder verlas en directo, apoyarlas, estar con ellas y que sientan la poca o mucha fuerza que podamos mandar desde la grada", comentaba ante las cámaras Iván. "Mi corazón es Alba, así que vamos a por todas", añadía la madre de la artista.
Pilar no podrá ir finalmente a Australia para ver la gran final. La han operado recientemente de la mano y el médico la ha aconsejado no realizar viajes. Tampoco podrá ir su padre, Antonio, a quien la aerofobia le impedirá estar presente en las gradas del Australia Stadium de Sídney, aunque lo seguirá nervioso pegado al televisor. Quien acompañará a su hermano será su novia, Cristina, que ya estuvo presente en el Mundial durante la fase de grupos.