Tímido y discreto, Torrente siempre ha preferido estar alejado de los focos, una actitud que está manteniendo en su despedida del Granada. El contrato del murciano expira este 30 de junio, fecha en la que el central será libre para firmar por otro club tras no recibir oferta de renovación por parte del conjunto rojiblanco.
Un desenlace que parecía impensable cuando Torrente irrumpió en el primer equipo desde el filial, demostrando estar capacitado para rendir al máximo nivel a pesar de su juventud. El Granada reaccionó, mejorando y prolongando el contrato del canterano, que parecía estar llamado a marcar una época en Los Cármenes.
Sus inmejorables prestaciones colocaron a Torrente en el radar de muchos equipos, pero el destino le tenía reservado un cambio de guión dramático en forma de lesión. El central inició entonces una larga recuperación que se prolongó durante meses, poniendo en paréntesis su carrera.
Reaparición y vuelta a la casilla de salida
El curso pasado llegó la reaparición, pero en el segundo encuentro su rodilla volvió a jugarle una mala pasada a Torrente, obligado a volver prácticamente a la casilla de salida. Tras recuperarse, el murciano volvió a los terrenos de juego, pero las cosas no han sido sencillas y el central ha estado alejado de su mejor nivel, algo que le ha impedido actuar con regularidad en el conjunto rojiblanco. Una situación agravada por la falta de entendimiento en cuanto a su renovación.
Ahora, con 22 años, Torrente busca reencontrarse consigo mismo y volver a disfrutar del fútbol. Equipos como Rayo Vallecano o Betis están muy pendientes de la situación del zaguero y podrían darle una oportunidad de redención lejos de Los Cármenes.
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