- Las Palmas 0-1 Rayo. Europa lleva al infierno
Cuando más hacía falta, en la que ha podido ser la última oportunidad, la UD Las Palmas volvió a perder en otro día indicado. De nuevo la racanería de Diego Martínez condenó a un equipo a la deriva que apenas inquietó al rival...en el día que más miedo tenía que meter. El público, cansado de remar sin ver complicidad dentro del césped, mostró su disconformidad. Primero con el presidente, y después con la plantilla.
En el 80 de partido, la grada Curva comenzó un cántico que pronto se fue extendiendo por los demás sectores del estadio. El blanco de las críticas fue el máximo accionista: "¡Ramírez vete ya!". Los más cercanos a la tribuna incluso se giraron para apuntar en esa dirección. Pero el presidente no fue el único que sufrió el descontento del aficionado. Nada más acabar el partido, el Gran Canaria se convirtió en un avispero que despidió al equipo entre silbidos e indiferencia. Como si ya no doliera. Como si se diera por sentado el descenso.
Y es que Las Palmas volvió a tropezar ante su gente. La derrota duele, pero más la imagen de un equipo que esperó para aplaudir al público en el centro del campo y que recibió de su gente música de viento como respuesta. Eso ocurría mientras en la grada visitante se cantaba 'La vida pirata'.
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