La marea albiceleste inundó anoche las calles de Argentina. Durante varias horas -hasta la madrugada-, el pueblo se echó a la calle para festejar una nueva presencia de Argentina en la final de un Mundial.
El Obelisco de Buenos Aires fue el epicentro de la celebración. Allí se reunieron miles de personas una vez que el árbitro señaló el final de la primera semifinal del Mundial. En ella, Argentina no dio opciones a una Croacia que poco pudo hacer ante el empuje de Leo Messi y los suyos.
Con el 3-0 (un gol de Leo y dos de Julián Álvarez), Argentina regresa a una final de la Copa del Mundo ocho años después de la que alcanzó en Brasil, donde perdió 1-0 frente a Alemania. Los de Scaloni tienen como objetivo coser la tercera estrella en su pecho.
