El Espanyol abre su cuenta de victorias de la temporada en un San Mamés que se quedó de piedra. En una tarde de viento sur, que es como la kriptonita de Supermán para el Athletic, el último fichaje perico celebró quedarse en Barcelona. El primer triunfo del Espanyol es la primera derrota del Athletic, que sigue sin poner fin al maleficio de encadenar tres triunfos en Liga: la última vez que lo hizo fue en en diciembre de 2019.
Salió el Athletic como acostumbra. Lanzado y dispuesto a marcar territorio. Berenguer, en una llegada tras correr al espacio, y después rematando una acción coral anunció las intenciones de los leones antes de llegar al minuto 5. Los de Valverde jugaban rápido, siempre en vertical y con Berenguer como maestro de ceremonias, jugando y haciendo jugar. El Espanyol, lejos del agobio que podía suponer su falta de victorias, aguantaba el tipo y trataba de apretar la salida del Athletic.
En ese lío que pretendían plantear los de Diego Martínez echaron en falta algo de continuidad. Braihtwaite estuvo bullicioso en el inicio, pero luego el balón fue perdiendo protagonismo en las filas pericas. No obstante, en el minuto 25 un fenomenal pase de Darder estuvo a un paso de embocarlo Joselu. El delantero mantuvo una estupenda pelea con los centrales del Athletic, advertidos de que era un atacante para vigilar muy de cerca.
Eso sí, la mejor opción del primer tiempo fue de un Athletic que probó suerte desde corta, media y larga distancia. Hasta el descuento esa condición la tuvo un pase adelantado de Berenguer hacia la posición de Iñaki Williams. El recordman de LaLiga solo tenía que haber empujado un balón al que no llegó Cabrera. En la última jugada del primer tiempo hubo una arriesgada falta de Cabrera a Iñaki Williams. El Athletic la sacó en corto, buscando la sorpresa con un disparo en carrera de Berenguer...que escupió el larguero.
Un plan muy cambiado
El retoque del descanso le fue mejor a Martínez que a Valverde. El Espanyol igualó las situaciones y el partido cambió pronto de dinámica porque Darder empezó a tocar el balón que les faltaba a Sancet y Muniain. El segundo acto de esta opereta al sol equilibró la disputa. Y eso que el técnico espanyolista tuvo que alterar el plan porque al poco de salir se vio obligado a sustituir a Keidi Bare.
Valverde entregó la punta de ataque a Guruzeta, autor de un doblete en Cádiz, y junto por detrás a Vesga y Vencedor para poner dificultad a las buenas acciones de Darder, que conectaba bien con sus compañeros de línea. El Athletic ya sentía a Joselu como amenaza. El delantero, igual que en la primera mitad, tuvo un voleón para asustar en el 74'. Un minuto más tarde le tocó probar puntería a Braihtwaite. Quedaba claro que el cruce estaba más que parejo.
La espesura ganaba espacio en un Athletic que a dos curvas del final entró en barrena. Braithwaite estuvo más listo que sus marcadores. Se coló entre los dos hasta encontrarse de frente a Simón y clavarle la primera daga de la campaña. Diego Martínez encontró lo que buscaba en San Mamés.