El fútbol es un deporte de locos. El Rayo se llevó un derbi marcado por el VAR. Tras conseguir encontrar un resquicio en la defensa pepinera, los de Iñigo Pérez tuvieron que esperar al minuto 105 para celebrar el triunfo. Un penalti de Lejeune sobre Brasanac con el tiempo cumplido y tras visita al VAR del colegiado pudo cambiar el signo del partido. Batalla le ganó la partida por dos veces a Miguel, y decimos bien dos veces. El primero, lo paró lanzándose a la derecha aunque el balón acabó en el fondo de la red tras agarrar el rechace Rosier. No subió al marcador y se tuvo que repetir el lanzamiento por entrar antes de tiempo varios jugadores. De nuevo Miguel y de nuevo Batalla. Esta vez a la izquierda y el Rayo sueña con Europa.
Butarque vivió un duelo de estilos. El Leganés de Borja Jiménez es posiblemente uno de los equipos más ordenados de LaLiga EA Sports. Los pepineros volvieron a plantear un choque en el que el control de lo que pasaba sobre el verde era primordial. El Rayo de Iñigo Pérez por su parte vive del vértigo. De robar y lanzar a su trío de mediapuntas a la aventura. De Frutos, Isi y Álvaro juegan a otra velocidad.
El primer tiempo fue un claro ejemplo de lo que cada técnico había dibujado en su pizarra. El Lega salió muy ordenado con su ya clásica línea de cinco atrás pero el verso libre que es Ratiu obligó a Borja a reinventarse y cambiar a Alti de costado para igualar fuerzas en la banda derecha rayista. Renunció así el Leganés a su sistema de cabecera las últimas semanas para formar con línea de cuatro atrás. Ese control saltó por los aires en el descuento del primer acto. Álvaro filtró un balón de gol a Nteka y Sergio derribó al rayista con un agarrón. Roja y 45 minutos con diez para el Leganés. Nuevo reto para Borja y los suyos.
Pathé Ciss encontró un resquicio en un muro
El paso por vestuarios, unido a la expulsión del capitán pepinero, no hizo más que reforzar la idea local de evitar que pasasen cosas. Recuperó Borja Jiménez la línea de cinco con la entrada de Jorge Sáenz por Munir, y renunció a la figura del delantero formando una línea de cuatro por delante de la zaga. Pelota para el Rayo, evitar situaciones de peligro en el área de Dimitrovic y buscar la oportunidad a la contra o al balón parado.
Con el campo inclinado por completo hacia la portería local, el Rayo asumió el balón con todas las consecuencias. Los de Iñigo, acostumbrados a vivir a toda velocidad, no se sentían cómodos con tanta posesión. La apuesta defensiva local se multiplicó con la entrada de Brasanac por Alti. Más madera para esa línea de cuatro por delante de la zaga. Encontrar un hueco en la defensa pepinera parecía misión imposible.
Y decimos parecía porque hasta el tanto de Pathé Ciss necesitó de tres remates para acabar en el fondo de la red. Lejeune al larguero, parada de Dimitrovic al propio Ciss y a la tercera, para dentro Pathé. Tuvo que ser en un balón parado donde los de Iñigo encontrasen al fin el premio del gol. Le tocó al Rayo sufrir como contábamos al principio la doble acción del penalti. Ganó la Batalla y Vallecas vuelva a soñar con viajar por Europa.
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