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Imanol Alguacil pudo decir adiós a Anoeta con una sonrisa, ya que a la insignia de oro y brillantes que recibió pudo añadir una victoria de su Real Sociedad por 3-2 ante el Girona, gracias al tanto final de Arkaitz Mariezkurrena, uno de los últimos jóvenes a los que ha hecho debutar.
El Girona tuvo la primera, un disparo flojo y desviado de Iván Martín, pero la Real reaccionó de la mejor manera posible porque, tras un derechazo de Barrenetxea que no se coló por la escuadra por una mano espectacular de Krapyvtsov, Pablo Marín cabeceó al fondo de la portería visitante el posterior córner botado por Brais Méndez.
El 28, uno de los muchos canteranos debutantes durante su etapa, fue directamente a abrazarse con el de Orio. A punto estuvo Oyarzabal de hacer enseguida el segundo, pero Francés metió su testa para evitar que la del capitán local lograse ampliar la renta, algo que agradeció el equipo de Michel, porque en la siguiente jugada Stuani empató.
El ida y vuelta continuó y, tras un dudoso penalti de Asprilla a Kubo, Oyarzabal volvió a poner por delante a la Real. Pareció más clara una posterior pena máxima de Francés al japonés, que antes no había marcado por otra buena intervención de Krapyvtsov. Tsygankov pudo empatar y Zubeldia aumentar más al renta, pero ninguno de los dos atinó para ello, volviéndole a negar el tanto Krapyvtsov a Kubo, blocando luego sin problemas el meta ucraniando un nuevo cabezazo de Oyarzabal, justo antes del descanso.
Mariezkurrena, más decisivo que Portu
Iván Martín pudo poner el 2-2 nada más salir de los vestuarios, pero Remiro le aguantó muy bien en el mano a mano y rechazó su intento de vaselina, volviendo de nuevo a lucirse el de Cascante ante el 23 de los gerundenses, al rechazar otro buen disparo suyo, en la confirmación de que los de Michel estaban mejor. Imanol movió el banquillo y logró que su equipo retomase la iniciativa pero, en una contra, en uno de sus primeros balones nada más salir, sino el primero, empató Portu, que marcó a portería vacía tras gran asistencia de Tsygankov, pidiendo perdón el ex txuriurdin, muy querido, por lo que recibió aplausos de la grada.
Otro que acababa de entrar, Turrientes, no marcó un golazo por centímetros. El 22 insistió, pero de nuevo por muy poco no anotó, no haciéndolo tampoco Asprilla en una falta directa.
Imanol metió a la desesperada a Mariezkurrena y uno de los últimos debutantes con él se lo agradeció con el gol de la victoria casi con el pitido final.
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