El Real Madrid y el colectivo arbitral han entablado una guerra que hace de cada partido de los blancos un polvorín. Además, si se juegan en suelo caliente como el de El Sadar, la mezcla multiplica el peligro. Munuera Montero tuvo un partido cargado de problemas, de errores, de situaciones en las que el VAR le ayudó poco o mal. Pero hay un error imperdonable. No es solo de él, es de todos los que formamos parte del fútbol. No se puede permitir que se desee la muerte a nadie y se siga jugando como si nada. Se llame Vinicius o Perico de los Palotes. Y claro que no fue todo El Sadar, sólo el fondo radical. Pero, como en el caso del racismo, la tolerancia debe ser cero.
Valverde no tiene precio
Es el mejor jugador del Real Madrid. Vale, puede que no sea el mejor en los términos que se emplean para imponer esas escalas. Pero la realidad dice que no hay un futbolista en la plantilla del Real Madrid que pueda igualar en importancia al uruguayo. Fede hace de todo. Marca goles, los da (como el 0-1 a Mbappé), los evita, tira faltas... Juega en todas partes, y en todas lo hace bien. Ahora le ha tocado de lateral derecho. Y su entrenador sabe que por ese lado, la manta lo cubre todo, como siempre que de ella tira Valverde. Que desde Arabia Saudí saben poco que es el fútbol de verdad lo dice que su locura millonaria no haya ido a por Valverde.
Insultos intolerables... que el árbitro debe cortar
Es verdad que se limitaron a un sector del estadio de Osasuna, el de Indar Gorri, pero no se puede permitir en Pamplona ni en ninguna parte que se desee la muerte a nadie. Esta vez fueron destinados a Asencio y Vinicius. Los culpables son los que lanzan semejantes barbaridades, pero es hora de que se pare. Munuera Montero lo oyó como todo el mundo. Es imposible que con tanto protocolo y tanta gaita no se detenga el partido por eso. ¿Por qué? ¿Por el miedo a que haya que suspender? Pues es hora de dar ese paso.
Real Madrid-árbitros, la guerra total
Hay que esperar al acta, pero la reacción de Munuera Montero fue tan veloz y segura que cuesta creer que no tuviese muy claro que no había más respuesta a las palabras del inglés que la roja directa. Tuvo que ser lo más claro de todo lo que vieron entre él y el VAR. No se le llamó en la primera parte por una caída en el área rojilla de Vinicius y sí para la del penalti de Camavinga. La guerra entre el Madrid y los árbitros no tiene final a la vista y la cosa pinta cada vez peor.
Un pecado del Bayern
Durante casi una temporada tuvimos a Bryan Zaragoza perdido, sentado en un banquillo o en le grada. Se fue a Múnich, en una operación con demasiados interrogantes encima como para que saliera bien. Y fue un desastre, en el que todos tuvieron culpa. Pero está de vuelta, y cuando él juega hay motivos para divertirse. Su pierna derecha es una varita mágica colocando balones. Si el Bayern lo recupera, debería entender qué tipo de jugador y qué necesita.
Liga, caliente, caliente
Queda mucho campeonato, pero el desenlace se presenta tremendo. Para empezar se da la circunstancia de que los tres primeros clasificados están en disposición de ser campeones de Liga, Copa Champions. El abrumador calendario tendrá mucho qué decir. El Madrid, en dos salida ante rivales de la zona media y baja, Osasuna y Espanyol, ha sufrido mucho.
¡La tuvo Mbappé!
Suyo fue el gol del Madrid. Uno más en una cuenta que anda disparada. Pero Kylian se irá a la cama con la imagen del mano a mano que tuvo con Sergio Herrera en el segundo minuto de descuento. Le encaró, le midió y soltó un remate duro y raso. Pero el meta del equipo navarro se mantuvo de pie todo lo que pudo. Y cuando se lanzó fue para tapar el hueco que había elegido el francés. En su parada y celebración iba el empate. Y que el Madrid no iguale su mejor racha en Pamplona las cuatro victorias seguidas entre 2005 y 2008.
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