Los que dudamos de Benzema...

as las suertes del atacante hasta convertirse en el mejor delantero del mundo, no era descabellado pensar hace más de una década que podría haber acabado en la

como

. El Madrid le consintió, supo mirar para otro lado y el tiempo le ha dado la razón a

. Con

o

, mejor pagados por cierto que

, para los que tenían tan claro que eran el nuevo referente blanco y no pusieron el grito en el cielo, no salió tan bien la apuesta.

Hace 12 años,

Benzema

tenía el mismo talento, pero carecía de la madurez, el liderazgo, la confianza propia y la de sus técnicos o estaba rodeado de un entorno menos saludable fuera de los terrenos de juego. Eso no está reñido con reconocer que este Benzema es un regalo para los ojos, mejora a todos los que le rodean, le sienta muy bien el brazalete y lo que representa. En la atinada comparación con el vino que le hizo

Ancelotti

, ha "envejecido" maravillosamente, tiene más cuerpo, desprende un aroma único, da gusto compartirlo y deja la sensación de que los mejores sorbos todavía están por llegar. De todas las virtudes del francés son irables la generosidad y la humildad. Dio la vuelta a todos sus estigmas futbolísticos para convertirse en un delantero de época sin necesidad de sacar pecho. También fue capaz de regatear sus problemas judiciales y, después de una dolorosa batalla personal, recuperar su lugar y su honor en la Selección sa. Sus compañeros se alegran de todo lo bueno que le pasa y eso se nota. Haber dudado de él, y confesarlo, no está reñido con disfrutar ahora de su plenitud.