Es de plata de ley. Tiene una altura de 60 centímetros y pesa ocho kilos. Se llama Henry Delaunay y nació en Londres, en la joyería Asprey. Es la Eurocopa, un trofeo de dos vidas. La primera hasta 2004 (42 centímetros de altura y seis kilos), inspirada en una escultura del Museo Arqueológico Nacional de Atenas; la segunda, la actual, basada en la primera y que de cinco entregas, en tres ha acabado en manos del capitán español.
Es un imán de felicidad, 8.000 gramos de alegría que tienen a España como dueña. El gol de Mikel Oyarzabal forma parte de la historia del país que más veces ha conquistado el trofeo que brotó del cerebro de Adrien Chobillon. Luis de la Fuente, el cuarto seleccionador español que la ha traído a su casa, la lució en la redacción de MARCA. En el hogar del deporte pudo comprobar el inmenso poder de ese imán de felicidad.
PREGUNTA. ¿Cómo se siente el seleccionador campeón de Europa?
RESPUESTA. Con emoción, con agradecimiento a toda España. Con el orgullo de lo conseguido y cómo se ha logrado. La clave del éxito es la que digo siempre: trabajar, trabajar y seguir trabajando. Sin ese espíritu en todo el equipo hubiese sido imposible alcanzar esto. Pero queremos más. Esto se puede mejorar. Cada día se puede mejorar un poco, seguir creciendo.
P. ¿Ha notado cambios al salir a la calle?
R. El impacto mediático ha sido muy importante. Siempre me he sentido muy reconocido. Donde he ido me han tratado bien. Ahora, por fortuna, si voy a un sitio que no es de los míos habituales pues siento ese cariño. Lo que más valoro es que en esas felicitaciones noto que la gente se hace partícipe de este logro. Como país, como ilusión, con ese espíritu que me gusta llamar el de 2010... Ver a la gente feliz y orgullosa por lo logrado es lo que más me llena.
Ver a la gente feliz y orgullosa por lo logrado es lo que más me llena
P. ¿Eran conscientes en Alemania de la magnitud de lo que estaban provocando?
R. No. Estábamos metidos en el trabajo, en la Euro, en el fútbol. Era una burbuja. Nos llegaba algo de información, pero no la podíamos situar en la realidad. Por muchos vídeos que nos llegaran, no éramos conscientes de la que se estaba liando.
P. ¿De verdad Luis de la Fuente es el mismo hoy que el de hace dos semanas, un mes o un año?
R. Totalmente. La esencia del ser humano no cambia. Soy el de siempre. Mi proceso es el mismo: tratar de ser cada día mejor profesional y, sobre todo, mejor persona. Eso es lo que me inquieta de verdad hoy, hace un año o quince: ser mejor como persona, hacer la vida más fácil a la gente. Trato de seguir un consejo de la madre Teresa de Calcuta: no permitas que quien se acerque a ti se vaya sin ser un poco mejor. Lo intento cada día.
P. ¿De verdad no ha sentido la tentación de pasar facturas?
R. Hay un dicho muy castellano: No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Para nada. La vida te enseña las cosas que de verdad merecen pena, que la gente que tienes alrededor esté contenta. De eso me preocupo. No le puedes gustar a todo el mundo. Que cada uno haga análisis de lo que hace o dice. Yo tengo conciencia y está muy tranquila.
P. ¿Llegaron a sentirse heridos alguna vez por las dudas o lo que se decía?
R. Yo, desgraciadamente, tuve que dejar de escuchar, ver o leer todo lo que se decía. Llegó un momento en el que me dije, primero por salud mental e independencia, que no podía estar pendiente de todo eso. Por eso sólo he oído cosas buenas. No me afectan esas cosas en ningún sentido. Si tomo una decisión que creo que es la correcta, pues tiro adelante.
P. ¿Cuándo vio que de verdad se podía ganar la Eurocopa?
R. Desde el primer momento. Y eso llegó al grupo. No hablo de ganar o no, que eso es muy complicado. Digo sentirnos candidatos, de ser capaces como cualquiera.
P. España se levantó varias veces de momentos delicados...
R. Porque eso es un equipo. No es solo una imagen atractiva, es sabe competir. No se entiende un logro importante sin sufrimiento. Es inherente al deporte. ¡Cómo no vas a sufrir con Alemania, Francia o Inglaterra! Son procesos que tienes que superar para ser campeón.
No se entiende un logro importante sin sufrimiento. Es inherente al deporte
P. ¿Fue Alemania la única selección que llegó a superar a España?
R. Es que eso puede pasar. El contexto era el que era: iban perdiendo, tramo final del partido, jugaba en casa el anfitrión, el potencial de su equipo y de su juego directo... Claro que sabíamos que íbamos a sufrir. Pero en general la sensación que dimos fue de control, de jugar siempre a lo que había que jugar. Una selección que ha demostrado madurez, que sabe competir y que, además, es muy joven.
La sensación que dimos fue de control, de jugar siempre a lo que había que jugar
P. Usted es un caso excepcional, porque ha ganado más fases finales que ha perdido...
R. Cierto, si hablamos de las fases finales en las que nos hemos clasificado. Pero si analizas todos los años que llevas, todos, pero todos los deportistas han perdido más que han ganado. Es así. Es imposible. La derrota no es un drama. La experiencia que tengo, me lleva a valorar todo en su justa medida. Es una parte del deporte.
P. ¿Piensa ya en septiembre, en lo que viene?
R. Sí, sí, sí. Esto es lo maravilloso de esta profesión. De futbolista, los éxitos duran más y las derrotas, menos. De entrenador en cuanto termina un partido, ya piensas en el siguiente. La noche y el día siguiente, con la fiesta, nada. No hubiera sido justo no disfrutar de Madrid y de toda España. En cuanto terminó la celebración, ya empezamos a planificar el verano, los partidos de agosto... No se para nunca. Somos felices porque disfrutamos de nuestro trabajo.
P. ¿Habló mucho con Morata?
R. Muchísimo. Álvaro ha sido un capitán ejemplar. Para todos y en todo. El capitán perfecto.
Morata ha sido el capitán perfecto
P. ¿Sigue en la selección?
R. ¡Ojalá! Eso espero y quiero. Va a disfrutar de otra experiencia fantástica en el Milan. Le necesitamos. Es un grandísimo futbolista. Ha sido maltratado por todos los medios, perdonad que generalice. No se le reconoce su gran valía profesional. Sus números son de estrella mundial. En otro país sería un referente. Aquí cuesta reconocerlo. No sé por qué es así. Cuando pase el tiempo nos daremos cuenta de su grandeza.
P. ¿Por qué le cuesta transmitir entonces que es feliz?
R. Será al exterior. En la distancia corta es amable, contento, gracioso... Ya visteis que fue el alma de la fiesta. Es no te sale si no es manera natural. Es una persona muy cariñosa, que necesita sentir afecto. Se ha ganado el respeto a nivel mundial, pero no hacía falta que ganara la Euro para eso.
P. Se puede vivir otro ciclo de oro
R. Vamos a disfrutar de esto. No quiero decir que sea imposible, porque vemos que los récords se baten, las maldiciones se acaban... ¡Pero ganar es tan difícil! Estar en disposición de hacerlo ya es un éxito. Si lo haces, trasciende todo.
P. La base del equipo apunta a que todos van a llegar al Mundial en plenitud y eso que no han estado Balde, Gavi...
R. Hemos creado un grupo fantástico. Los que dices y Yeremy, Marco... Hay jugadores que van a estar o podrían estar con nosotros. El futuro del fútbol español augura grandes éxitos. Es que hay muy buenos futbolistas. No es un tópico. Tengo una ventaja: cada uno conoce bien su profesión y yo me he dedicado a conocer muy bien al fútbol mundial, junto a mi cuerpo técnico porque somos unos enfermos del trabajo y sabemos que la materia prima de España no la hay en ningún otro país. Nos invita a pensar que el futuro es maravilloso. Hay futbolistas para unos cuantos años. No significa que tienes que ganar siempre, pero lo importante es estar preparados. Y lo estamos.
El futuro del fútbol español augura grandes éxitos. Nos invita a pensar que el futuro es maravilloso
P. Ha hablado de Asensio, ¿fue la ausencia más dolorosa?
R. A Marco le tengo un aprecio especial. Como a Merino, Unai Simón, Rodri... Llevamos conviviendo desde 2015, hemos ganado europeos sub 19, sub 21, medalla en los Juegos, Nations League y Marco arrancó esa andadura conmigo. Le tengo un cariño como persona y profesional tremendos. Cuesta mucho dejar a esos jugadores, pero tienen que entender que hay mucha competencia. Que en el espíritu de convivencia y familia que queremos crear, tienen que entender que prima lo colectivo sobre lo individual. Marco sé que se habrá alegrado y que le dolió no estar, pero también entenderá que sus compañeros también tenían el derecho de estar aquí.
P. ¿Puerta abierta?
R. Claro, es un gran futbolista y tiene las puertas abiertas como todos.
P. Tenemos un niño de 17 años recién cumplidos que ha ganado la Eurocopa y que no para de recibir elogios, ahora tocará proteger más si cabe a Lamine Yamal.
R. Sí. Es el proceso que tiene que vivir. Ha estado muy bien acompañado por los veteranos. En todo momento le han arropado y dirigido. Nosotros le hemos dicho tranquilo, paciencia, que esto es muy largo porque los mismos que te halagan y te ponen por las nubes, no van a tener ningún rubor en decir lo contrario. Esa es la realidad. Tiene que madurar, aunque para su edad es muy maduro. Más que otros chicos. Esas experiencias le ayudan a crecer. Tiene que fortalecerse en el plano personal, seguir creciendo como persona, ganar en valores. Con eso crecerá profesionalmente.
P. ¿Qué significó el beso de Carvajal a Lamine? ¿Fue el momento del inicio de lo que ha sido la selección?
R. Claro que sí. Creemos que hemos vivido como una gran familia. El punto de inflexión fue Georgia. El germen fue la Nations League, pero el partido en dónde creció algo especial, fue en Georgia. Aquello fue una experiencia fantástica de unión de generosidad, de sentimiento colectivo, de relativizar las cosas. Luego el partido de noviembre, cuando se lesionó Gavi. Estábamos hundidos. Eso sí que fue un sufrimiento de un ser querido. Ahí vimos que éramos más que un equipo, una familia. En los meses posteriores estábamos felices de estar juntos. He visto que algunos se han ido de vacaciones juntos y eso es un orgullo verlos por ahí y acordarse de otros que no están.
P. Uno de ellos, Remiro que no jugó ni un minuto.
R. Remiro ha sido el auténtico campeón, porque se lo ha ganado. Ha sido un fuera de serie. Los compañeros le querían y le han mostrado un respeto absoluto. iración hacia él. Ha vivido con naturalidad su situación porque fue para ayudar. Antepuso lo colectivo a lo individual. Todo por ayudar. Remiro es un ejemplo para la sociedad porque se puede ser generoso y sacrificado por los demás. No cuesta nada y si cuesta, se hace. Es un valor seguro. Tiene las puertas abiertas siempre.
P. Mira al año que ha pasado y...
R. Pues que ha sido apasionante. Claro que hay cosas que no me hubiera gustado vivir. Me quedo con todo lo bueno. Me quedo con que soy el mismo, con otros aprendizajes.
P. ¿Cuánto aprendió de la derrota en Escocia?
R. Se aprende más de la derrota que de la victoria. Eso es así. Desde el éxito no te das cuenta de cosas que no ves en el triunfo.
P. ¿Cuántas felicitaciones ha recibido?
R. Una barbaridad. Más de 3.000. No me ha dado tiempo a contestar a todos.
P. Pitido final en Berlín. ¿Quién se le vino a la mente?
R. A los que no están. Siempre es así. Mis padres y mi hermano.
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