La Ryder Cup de 2020, prevista del 25 al 27 de septiembre en Whistling Straits, se aplazará hasta el año próximo por la pandemia del coronavirus.
Desde que comenzó la pandemia, la competición bienal entre Estados Unidos y Europa fue motivo de debate. Casi todos los golfistas consultados se mostraron partidarios de posponerla, pues la gran rivalidad del golf mundial sin público carecía de sentido.
En este sentido, Jon Rahm, que desde el jueves juega en Muirfield Village (Ohio) el Workday Charity Open ha manifestado que "siendo uno de los grandes espectáculos no sólo del golf, sino del deporte mundial es mejor posponerlo. Hubiese sido genial pasar del US Open a la Ryder directamente, pero es una elección inteligente".
La Ryder Cup, que tradicionalmente se había celebrado en años impares, pasó a celebrarse en los pares a partir del 2002, después del aplazamiento por el atentado contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, a escasas dos semanas de su interrumpida celebración.
El aplazamiento obligará a trasladar a 2022 la Presidents Cup y a 2023, la Ryder Cup que se celebrará en Roma.
A efectos de elección de los golfistas para la contienda, la clasificación queda congelada hasta el 1 de enero de 2021 y los puntos desde entonces valdrán más para asegurar que están los mejores. Padraig Harrington seguirá contando con cuatro golfistas a través de la Race to Dubai, cinco por la clasificación mundial y tres elecciones suyas. Mientras tanto, el capitán estadounidense Steve Stricker dispondrá de seis golfistas escogidos por él y otros seis por la clasificación de puntos estadounidense.
"Después de haber visto el ambiente en torno al tee del hoyo 1 en París en 2018, no poder volver a recrear eso no tiene sentido", apuntó Harrington
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